¿PC-Windows o Mac con OS X? Una decisión que ha dado de si durante mucho tiempo en Internet, con miles de argumentos para decantarse por cualquiera de las dos partes. Pero existe una tercera vía: Windows en Mac. Jugar a videojuegos, utilizar Microsoft Office 2013 o características únicas de Windows es posible gracias a las posibilidades que ofrece OS X tanto en la instalación de una máquina virtual o partición en Mac. La cuestión es saber cuál encaja mejor en nuestras necesidades, por ello arrojamos algo de luz sobre este aspecto.
Por qué realizar partición en el disco
No se puede saber qué opina Apple sobre los usuarios que instalan Windows en sus Mac pero está claro que, en caso de hacerlo, quiere que se haga de la mejor manera posible. Es por ello que Boot Camp se encuentra disponible de forma nativa en todos OS X Mavericks y ayudando al usuario en todos los pasos de la instalación de Windows en una nueva partición de Mac. Una solución muy interesante para los usuarios que necesitan disfrutar de las cualidades y características del sistema operativo de Microsoft en Mac como si estuvieran en un PC fabricado por Apple. Y es que, desde el momento que elegimos al encender Mac cuál es la partición que utilizaremos, la experiencia de Windows es perfecta. La instalación de todos los drivers para el correcto funcionamiento corre a cargo de Boot Camp, haciendo compatibles todos los accesos rápidos del teclado, trackpad, puertos y SuperDrive, en caso de tenerla.
Boot Camp nos guiará en todos los pasos de la instalación de Windows en Mac
En este aspecto, el de disponer de una partición en el disco para Windows y otra para OS X, da un factor de separación entre ambos SO muy solicitada por algunos tipos de usuarios, pudiendo reinstalar OS X en Mac sin que afecte en ningún momento a los archivos almacenados en la otra partición. Pero la principal razón para decantarse máquina virtual o partición en Mac está basada en una decisión sobre potencia, estabilidad y rapidez. Si nuestras necesidades son utilizar cualquier tipo de aplicación o videojuegos que necesite al máximo la potencia del hardware de Mac, la partición es la única solución posible para Windows en Mac. Una instalación directa sobre el disco duro o SSD nos asegura que Windows funcionará con una estabilidad sin igual, pudiendo utilizar aplicaciones como Adobe Premiere Pro, Office 2013, AutoCAD o videojuegos exclusivos para el sistema operativo de Microsoft.
En forma de resumen, una partición en Mac es tu solución si lo que buscas es:
- Estabilidad y rapidez.
- Utilizar aplicaciones exclusivas para Windows que requieran gran potencia o uso de hardware.
- Disponer de un Windows como si en un PC se tratase.
- Independencia de OS X y Windows en Mac.
Por qué utilizar una máquina virtual
Parallels o VMware son algunas de las opciones que tenemos los usuarios de OS X en el caso de querer instalar Windows dentro del propio sistema operativo de Mac. Una opción mucho más sencilla que utilizar el asistente Boot Camp, pudiendo utilizar Windows como si de una ventana más se tratase en Mac, con todos los inconvenientes y ventajas que estos conlleva. Hoy en día los las máquinas virtuales no tienen nada que envidiar a las particiones reales en el disco, tal y como vimos con el análisis de Parallels 8, donde la instalación de Windows 8 en Mac es tremendamente funcional y sencilla de realizar. Con estas aplicaciones podremos gestionar cuáles son las características de hardware de esa máquina virtual, como el espacio en el disco, la memoria RAM o incluso el número de CPU que necesita.
Parallels 8 permite crear una máquina virtual con el hardware que quedamos
Y es que si tu uso de Windows se va a limitar a utilizar Internet Explorar para acceder a la intranet de la facultad-administración o utilizar en esporádicas ocasiones Office 2013 para gestionar algún documento en Word, la máquina virtual es la opción más viable. Incluso en el caso de querer experimentar con Windows, probando alguna aplicación diseñada para ese SO, en caso de estropear el sistema operativo tan solo tendremos que desmontar la máquina virtual y volver a instalarla de nuevo, sin que esto afecte a OS X en ningún aspecto.
Sin lugar a dudas, una máquina virtual es lo que estás buscando si:
- El uso que vas a dar a Windows es muy esporádico y no requiere de gran potencia de hardware.
- No quieres tener que cambiar de SO constantemente, teniendo Windows en una ventana más.
- Sencillez de instalación y funcionamiento.
- Fácil mantenimiento en caso de problemas con el sistema operativo.
Está claro que la decisión entre máquina virtual o partición en Mac para instalar Windows no es algo cerrado, sino que es el propio uso que le dará el usuario quién se decante la balanza.