Durante la segunda semana de este recién nacido año 2014 pudimos presenciar una de las citas tecnológicas más importantes en el mundo, la CES 2014. Esta es la feria dirigida a la electrónica de consumo más significativa, tanto para el mercado como para los fabricantes, quienes llegan con su frente bien en alto a presumir del fruto de su trabajo y desarrollo más reciente. Sus productos más innovadores, sus próximos lanzamientos con los que desean adueñarse de sus respectivos mercados.
Cada año es igual y no por eso deja de ser menos emocionante. Vemos nacer dispositivos de todo tipo, y para todas las necesidades, incluso para algunas que ni conocíamos tener. Pero los últimos tres años la tendencia ha apuntado al protagonismo de una gama de productos: los Smart TV.
Más allá de computadores, móviles, tablets y hasta vehículos, los Smart TV han estado muy presentes en las últimas CES. Parece ser tácito que las Smart TV son el presente de la televisión, y no un futuro distante. Las TV tradicionales parecen haber muerto, y ahora la palabra "inteligente" quiere estar presente no solo en tu bolsillo con tu smartphone, sino también en la gran pantalla de tu salón o habitación.
Pero, ¿realmente son "inteligentes" los Smart TV?
Es una pregunta que no deja de llegar a mi mente con cada nuevo lanzamiento por parte de cualquier fabricante. Mientras los últimos Smart TV de Samsung, Panasonic, Sharp o LG, por ejemplo, me maravillan gracias a sus espectaculares resoluciones, pantallas 4K a granel y en general de solo imaginarme como se verían mis videojuegos favoritos de PlayStation 4 o Xbox One en ellas (la cruda realidad), más allá de eso, lo de "inteligentes" me parece que les queda grande, o mejor dicho, no están usando bien la palabra.
¿Qué hace inteligente a una Smart TV?
Lo primero que debemos notar es que la principal característica que hace a un smartphone inteligente es la posibilidad de usarlo para muchísimas más cosas que simplemente llamar o enviar un mensaje de texto, a través de sus aplicaciones.
En cambio, las aplicaciones en las Smart TV son en su mayoría inútiles o mal logradas, con sus claras excepciones. Jugar a Angry Birds en una TV de 56 pulgadas con una mano al aire haciendo uso de un pésimo (y molesto) sensor de movimiento no hace a un televisor "inteligente".
Acercar la experiencia de una tablet al TV es un error
El problema está en que los fabricantes parecen no haber entendido el concepto real de Smart TV. Pareciera que quieren acercar la experiencia de una tablet o smartphone a un televisor, y esto es un grave error. Son productos muy diferentes, para ser usados en situaciones diferentes; la idea de leer un eBook en una pantalla de 40 o más pulgadas es, cuando menos, ridícula.
Acercar la experiencia de un dispositivo móvil a un televisor es imposible. Principalmente debido a que se pierde la intimidad del usuario, al revisar el estado de las redes sociales en medio del salón. No hay privacidad, y por ello la mayoría de usuarios pasa de ver sus mensajes de Facebook o Twitter a través de su televisor. ¿Acaso para esto no existen los móviles, tablets o computadores?
Los Smart TV han eliminado la simplicidad y facilidad de ver televisión, así de sencillo. Antes, las pantallas planas o los más recientes modelos LCD o Plasma que no eran "inteligentes", funcionaban de una forma mucho más rápida. El plagar de aplicaciones a una TV la hace lenta, pesada y tosca. Un problema que antes no existía, y ya saben lo que dicen, si algo no está malo, no lo toques.
El punto de vista del desarrollador
Por otro lado, los Smart TV no funcionan ni con Android ni con iOS ni con Windows Phone. No. Cada fabricante tiene su propia plataforma o ecosistema, con algunas excepciones.
En las Smart TV no hay un ecosistema, lo que complica el desarrollo
¿Qué quiere decir? Que los que se vean interesados en programar o desarrollar para Smart TVs de Samsung, Sony, Panasonic o cualquier otro, deberán trabajar mucho más dado que tienen que hace ports o versiones para cada sistema. Es decir, desarrollar para Smart TVs es un trabajo largo y complicado, por ello no hay tantas aplicaciones disponibles como seguramente querrían los fabricantes.
Y si una plataforma "ecosistema" carece de aplicaciones, va en muy mal camino.
Esto podría cambiar si se dan los pkanes de la Smart TV Alliance, una iniciativa de fabricantes como Philips que quiere unificar el ecosistema para facilitar el desarrollo. Y también tenemos a LG con su televisor WebOS, una plataforma conocida ya por muchos que podría resultar atractiva a los developers.
Fabricantes, vean las necesidades
No quiero decir que con más aplicaciones los Smart TV tendrían más sentido. No, el punto clave está en saber apuntar a las verdaderas necesidades del usuario de un televisor en medio del salón o habitación.
Aplicaciones como Netflix, Hulu, YouTube, Amazon Video, Crunchy Roll y más, son muy útiles en los televisores inteligentes. Estas sí valen la pena, porque complementan con servicios las posibilidades de un televisor.
Los fabricantes deben optar por simplificar las cosas y apuntar a las verdaderas necesidades de un usuario de TV
Más allá de navegar por internet de forma incómoda, los usuarios necesitamos en los televisores posibilidades que lo complementen, deshacernos de otros dispositivos y unificar en la TV todo lo relacionado al multimedia.
Por ejemplo, Sony lo está haciendo muy bien con PlayStation Now, su servicio de streaming de videojuegos que permite jugar a títulos de PlayStation, PS2, PS3, PS Vita y más adelante de PS4, incluso en un Smart TV Bravia, sin necesidad de ningún otro aparato más que el mando de control de PlayStation.
Ofrecer a los usuarios de Smart TVs algún plan o beneficio como suscripción anual de Netflix por la compra sería un punto a favor también, pero esto ya tiene que ver con acuerdos entre la empresa de servicios y el fabricante.
Los Smart TV cuentan con grandes posibilidades y tecnología avanzada que puede ser muy aprovechada, los fabricantes solo deben apuntar a las verdaderas necesidades, y no al capricho y la ilusión de querer suplantar una tablet con un televisor.