Hace un año, tras un período convulso y la renovación de la directiva de la compañía, BlackBerry presentaba oficialmente su nuevo sistema operativo móvil: BlackBerry 10. En aquel 30 de enero de 2013, un Thorsten Heins lleno de optimismo presentaba la gran apuesta de la compañía, una plataforma que rompía con los esquemas anteriores de BlackBerry y que se había dilatado muchísimo en el tiempo.
En aquel evento de presentación, en el que se anunciaron nuevos dispositivos con BlackBerry 10, el fichaje de Alicia Keys como directora creativa (y al año ha sido despedida) y el anuncio de la expansión de BBM a iOS y Android. Aquel día, en el que RIM dejaba su nombre para adoptar el de BlackBerry, la compañía aspiraba a competir contra iOS, Android y Windows Phone; BB10 se había diseñado pensando en el mercado de los smartphones de pantalla táctil, en el ecosistema de aplicaciones y, por tanto, en el segmento de usuario final.
BlackBerry realizó una apuesta arriesgada con BB10 que no salió nada bien: llegaron tarde y con productos que no convencieron.
BlackBerry había apostado fuerte por esta plataforma; era un envite arriesgado y jugó todas sus fichas a un solo número que, además, era algo distinto a lo que había hecho hasta ahora. Como bien comentó Eduardo cuando analizó la caída de BlackBerry, BB10 partía de un error estratégico de base: apostar por algo alejado de tus principios. Sí, BB10 suponía una ruptura con el trabajo que BlackBerry había estado haciendo, su nueva plataforma estaba basada en QNX y suponía empezar desde cero. Además, con el objetivo de alcanzar a iOS y Android, intentó emular estas plataformas huyendo del teclado físico (una de sus grandes señas de identidad) y confiando en que los desarrolladores nutriesen BlackBerry World de aplicaciones.
Aunque a la compañía le había ido bien en mercados emergentes y se había convertido en referente, por ejemplo, en Latinoamérica; la llegada de BB10 la dejó en un panorama complicado porque lanzó al mercado unos smartphones nada asequibles en precio que, al final, han quedado arrinconados por la gama baja de Android y por el gran aspirante de 2013, Windows Phone (que ha terminado por fagocitar la cuota de mercado de BlackBerry).
Para empeorar las cosas, BlackBerry 10 debía haberse lanzado en el año 2012; sin embargo, Thorsten Heins retrasó el lanzamiento porque consideró que no estaba a la altura de la compañía y la maquinaria de BlackBerry se debilitó sin actualizar sus productos mientras el marcado avanzaba a pasos agigantados.
Terminales caros, una experiencia de uso "extremadamente artificial" (con gestos que no eran cómodos), dilación en el tiempo y un market de aplicaciones extremadamente vacío; cuatro pinceladas que definen bien lo que ha terminado siendo BlackBerry 10 y sus consecuencias se han materializado en una profunda crisis que terminó arrastrando a la compañía a un plan de despidos, a un período en el que llegó a estar en venta, el despido de Thorsten Heins y la llegada de un nuevo CEO para intentar sacar la compañía del atolladero.
BlackBerry estaba en declive pero BB10 aceleró la caída.
¿Arrastró BlackBerry 10 a la compañía hacia el abismo? Aunque muchos tiendan a pensar que sí, en mi opinión, no es la única de las causas. BlackBerry ya había entrado en un declive que BlackBerry 10 aceleró a una especie de caída en picado porque la estrategia ha terminado fallando por completo. Creo que BlackBerry nunca debió saltar al segmento del usuario final con el objetivo de competir contra iOS y Android, ese esfuerzo le hizo desviarse del segmento empresarial y también ha terminado perdiéndolo (aunque el Gobierno de Estados Unidos siga siendo su mejor cliente gracias a la seguridad de su plataforma).
¿Cómo piensa BlackBerry evitar su hundimiento?
Según los datos de Kantar World Panel, la cuota de mercado de BlackBerry es totalmente residual. En Estados Unidos, la cuota de mercado de BlackBerry ha bajado hasta el 0,4%, en los principales mercados de Europa (Reino Unido, España, Italia y Francia) apenas llega al 1,5% y en Latinoamérica, la cuota de mercado de BlackBerry ha caído desde el 10,3% al 2,8% (y eso que era una de sus grandes plazas).
Aunque se enfoca en los servicios, los dispositivos siguen formando parte de su estrategia.
La foto actual de BlackBerry es complicada; sin embargo, parece que la compañía quiere darle la vuelta a este "partido" y John Chen está dispuesto a arreglar la situación. El plan de trabajo para 2014 tiene un gran foco en el segmento empresarial (con el MDM) y en los servicios; sin embargo, la plataforma QNX y los terminales (con BlackBerry 10) siguen estando muy presentes.
Viendo los resultados en el segmento de los terminales, BlackBerry necesita volver a sus orígenes y pensar muy bien qué va a hacer. Se ha hablado de la vuelta a los teclados físicos y, en estos días, se ha lanzado una actualización de BB10 que aspira a asemejarla a iOS y Android pero creo que sigue faltando el empuje de los desarrolladores para crear masa crítica de usuarios en la plataforma. También se habló de Android como solución a la falta de aplicaciones pero, en mi opinión, llenar tu vacío en tu catálogo de aplicaciones de tu competidor directo es un juego peligroso que no tiene mucho sentido.
Este primer año de BlackBerry 10 ha sido nefasto para la compañía pero, honestamente, no creo que vaya a ser su fin. Creo firmemente que BlackBerry puede hacerlo bien y que este año será crucial para cambiar de estrategia e intentar la necesaria remontada. Su lentitud al reaccionar le ha costado su cuota de mercado, tanto en el segmento empresarial como en el segmento de usuario final, así que en este 2014 necesita imperiosamente hacer grandes cosas y recuperar la confianza perdida.