La semana pasada Motorola nos sorprendió a todos durante la D11 cuando comenzaron a hablar de términos que hasta el momento sólo habíamos visto u oído en las películas de ciencia ficción, los tatuajes electrónicos. Pequeñas marcas digitales que servirían para identificar a las personas en el futuro, como si de un producto se trataran.
Dennis Woodside, ejecutivo de Motorola, explicó que el objetivo de esta revolucionaria tecnología era la de eliminar las barreras de las contraseñas a la hora de acceder a nuestros dispositivos móviles o tabletas. Simplemente pasando nuestro tatuaje electrónico sobre ellas podríamos entrar al mundo digital.
Estos tatuajes electrónicos han sido desarrollados por el MC10, una empresa especializada en el sector de la salud biométrica, y contienen circuitos electrónicos flexibles que se fijan a la piel de las personas utilizando un sello de goma. Inicialmente esta tecnología enfocada en sus inicios para fines médicos fue investigada con anterioridad por Nokia o el gobierno de los Estados Unidos.
No es la única idea que relaciona tecnología y medicina que se le ha ocurrido a Motorola. La compañía también hablo sobre píldoras electrónicas que crearían una señal única a llegar a nuestro estómago siendo utilizadas para reconocer la identidad del usuario.
A pesar de que estas son sólo ideas experimentales, cuya venta no está ni tan siquiera prevista en un futuro cercano, algunos empleados de compañías como Google ya han comenzado a criticar esta tecnología. El principal problema que se le puede atribuir a esta nueva tecnología es el robo de identidad. Los usuarios acceden a sus teléfonos inteligentes más de 50 veces al día y el tener que estar contantemente pasando tu dispositivo cerca de tu tatuaje electrónico con toda la información confidencial que puede almacenar haría que todos fuéramos mucho más propensos a ser atacados.
Revolucionarias si, pero peligrosas estas nuevas tecnologías en las sociedades donde vivimos. Cada vez más se producen más fraudes y robos digitales como para ser en todo momento y en cualquier lugar una puerta de acceso a nuestro mundo digital. En el futuro y con grandes medidas de seguridad estos tatuajes digitales o marcas identificativas podrían ser nuestros carnets de identidad, permitirnos hacer check-in en un aeropuerto, comprar comida o abrir las puertas de nuestras casas o coches.