Cuando lanzaron su campaña de financiación en Kickstarter, los creadores de OUYA nos prometieron devolvernos la experiencia de videojuegos clásicos a nuestra pantalla de televisión. El objetivo está cumplido con creces, ahora la pelota está en el tejado de los desarrolladores.El boom de los smartphones y tablets supuso el comienzo de un cambio en el paradigma de los videojuegos. Lo atractivo de la plataforma, sobre todo para jugadores casuales, provocó un crecimiento exponencial en las ventas de juegos para Android e iOS, llegando a desbancar a las consolas tradicionales móviles en ingresos. No obstante las pantallas táctiles, además de ser mucho más pequeñas que un televisor, no proporcionan el control más adecuado para según que tipo de juegos.

De ahí nace el proyecto OUYA, de la necesidad de unificar lo mejor de ambos mundos. OUYA toma de Android lo abierto de la plataforma y sus infinitas posibilidades de desarrollo y lo lleva a nuestro televisor vía HDMI añadiendo un mando físico con elementos táctiles para un mejor control de los juegos, todo en un chasis pequeño y minimalista de diseño atractivo aunque algo mejorable.

Como cualquier otro dispositivo Android, OUYA cuenta con unas especificaciones técnicas más cercanas a un smartphone que a una videoconsola de última generación. Pero OUYA va más allá de ser una simple consola de videojuegos. Precisamente por llevar Android, y bajo una filosofía que permite modificar la consola a nuestro gusto sin perder la garantia del producto, los límites serán los marcados por los desarrolladores que apuesten por la plataforma, como iremos viendo a continuación.

Presentación y diseño

OUYA viene en un embalaje minimalista sin grandes pretensiones en el que destaca lo completo del contenido. Los creadores de OUYA no han racaneado a la hora del contenido, viniendo todo lo necesario para conectar y empezar a jugar nada más recibir nuestro envío. Así, no sólo encontramos consola, adaptador de red y mando, también encontramos cable HDMI y pilas para el mando, además del correspondiente manual de instrucciones.

Lo primero que destaca del diseño de OUYA es lo bonito y minimalista que queda, un cubo de apenas 7,5 mm por cada lado sólo afeado por la presencia de cuatro tornillos en la parte superior. No obstante está justificado el hecho de que los tornillos sean visibles, y es que OUYA permite a los usuarios acceder al interior de la consola y realizar modificaciones sin perder la garantía del dispositivo.

OUYA

En la parte trasera encontramos localizados todos los puertos de la unidad cerca unos de otros pero sin llegar a estorbarse entre sí. Así, tenemos conexiones microUSB y USB, HDMI, puerto ethernet y el conector para el adaptador de corriente. La conectividad se completa con las conexiones inalámbricas Bluetooth 4.0 y WiFi.

En la parte inferior de OUYA encontramos cuatro trocitos de goma que levantan un poco a OUYA de la superficie para permitir el flujo de aire a su ventilador integrado. La solución no es la más eficiente para disipar la temperatura y ello se nota después de unas cuantas horas de juego con títulos exigentes, pero es el compromiso al que han tenido que llegar para mantener unas dimensiones tan reducidas.

El mando

El mando de control crea sensaciones encontradas debido a lo bueno que es para algunas cosas y lo mal que va en otras. De entrada, la localización de las pilas es un tanto extraña, teniendo que levantar cada una de las dos placas frontales para colocar una pila en cada una. Sin embargo, el diseño es muy cómodo en la mano, a la altura de los controles de consolas con mucho más renombre, a pesar de que es uno de los mandos más feos que se han diseñado para una consola de videojuegos.

OUYA

Sin embargo, la parte táctil del frontal, el recuadro encima del boton de sincronización, es una pesadilla. La sensibilidad es bastante mála y no hay rastro de multigestos. Su escasa precisión hace que a veces sea muy frustrante utilizarlo, aunque por suerte los juegos no suelen necesitar de ese control táctil, apostando mayoritariamente por los sticks analógicos y los botones. El D-pad tampoco es ninguna maravilla, pero los sticks analógicos y el resto de botones funciona bastante bien y la localización de los botones es la adecuada.

OUYA

La distancia a la que podemos utilizar el mando con OUYA es brutal. En las pruebas realizadas nos hemos ido a más de diez metros de distancia y el mando ha seguido funcionando a la perfección. Por lo tanto, no debería haber ningún problema para jugar con OUYA independientemente de lo grande que sea la habitación donde esté configurada.

Instalación y configuración

El proceso de instalación de OUYA no se diferencia mucho al de otras consolas de sobremesa. Basta con conectarla a nuestro televisor vía HDMI y pulsar el botón de sincronización en el mando. Pasados unos segundos OUYA estará en marcha y sincronizada con el mando.

Inicialmente la consola busca actualizaciones de sistema. Al ser un producto muy novedoso que se está alimentando de los comentarios de los primeros usuarios, los creadores van introduciendo modificaciones vía actualización, actualizaciones que actualmente van a un ritmo quizás excesivo pero que irá descendiendo a medida que se va alcanzando los resultados óptimos.

La configuración de OUYA es bastante simple: basta con introducir los datos de nuestra WiFi y crear una cuenta si no teníamos ya una creada. Curiosamente encontraremos dos tipos de menús de configuración, uno propio de OUYA y otro típico de cualquier dispositivo con Android 4 o superior. Algunas de las características de Android están desactivadas o no surten efecto, pero otras como la selección de idioma sí son plenamente operativas, pudiendo seleccionar el idioma español si lo deseamos.

El software

OUYA cuenta con dos tipos de inferfaces gráficas, pudiendo encontrar los menús principales bajo una interfaz propia de estilo minimalista a la vez que en algunos apartados nos aparecerá la interfaz por defecto de Android.

La fluidez del sistema es bastante notable. Los menus y las transiciones se realizan con total normalidad con algún que otro tironcillo sin importancia en el caso de que estemos descargando alguna aplicación en segundo plano. En este sentido, la fluidez de sistema es casi de diez.

Cuatro son las opciones que nos aparecen de inicio. Play es la más obvia, nos muestra la lista de juegos que tenemos instalado y los lanza; con Discover accedemos a la tienda de aplicaciones de OUYA, donde podemos filtrar los juegos por categorías o popularidad; Make es el apartado con información para desarrolladores que quieran apuntarse a la plataforma; por último, en Manage accedemos a las opciones de nuestra OUYA.

OUYA menu

Hablando de tiendas de aplicaciones, OUYA cuenta con su propia tienda, pero no tiene acceso directo a Google Play. Por lo tanto no podemos instalar los juegos que ya hemos adquirido en la tienda de aplicaciones de Google, al menos no de manera directa puesto que la consola permite obtener acceso root y poder instalar cualquier tipo de aplicación Android. OUYA soporta descarga de aplicaciones en segundo plano, por lo que podemos dejar que los juegos se vayan descargando mientras seguimos navegando por los menús de la consola, aunque ello afecta algo a la fluidez del sistema.

Las aplicaciones descargadas no se instalan automáticamente sino que seremos nosotros los que tendremos que darle a la opción de instalar una vez la aplicación se ha descargado. Al igual que cualquier sistema Android, las aplicaciones nos pedirán permisos para acceder a diferentes opciones del sistema.

Uno de los grandes reclamos durante su presentación como proyecto en Kickstarter era su potencial como mediacenter. OUYA es compatible con las versiones Android de Plex y XBMC, si bien ambos sistemas no están disponibles por el momento en la tienda de aplicaciones. Será el usuario el que tendrá que cargarlo directamente en OUYA desde un PC utilizando los instaladores de Android.

La potencia del NVIDIA Tegra 3 es capaz de mover la mayoría de videos sin mayores problemas aunque algunos perfiles de codificación en FullHD 1080p se le atragantan un poco. El resto de archivos de vídeo, sin problemas.

Los juegos

En el momento de escribir estas líneas hay 130 títulos en el mercado de aplicaciones de OUYA de los cuales 5 son aplicaciones y otros 5 son emuladores. La mayoría de títulos son conversiones de juegos ya existentes para tablets y smartphones Android a los que solo ha habido que adaptarlos para un mando de control Bluetooth y poco más. No obstante también existen algunos títulos exclusivos bastante interesantes.

La filosofía de OUYA implica que puedes probar los juegos antes de comprarlos. Por ello, lo que encontramos en la tienda de aplicaciones son juegos free to play y versiones demo, las cuales podemos probar y luego adquirir la versión completa del juego. Este es uno de los puntos más interesantes de la consola ya que raramente nos sentiremos engañados a la hora de adquirir un título, al haber tenido la oportunidad de probarlo previamente.

La mayoría de juegos disponibles en la OUYA son de marcado estilo retro, abundando las pixelaciones y las simulaciones de gráficos de 16 bits. Esto, que puede resultar gracioso en primera instancia, acaba aburriendo a largo plazo, aunque hay otras opciones más interesantes en las que podrían invertir su tiempo los desarrolladores.

Mejores juegos para Ouya

OUYA tiene disponible importantes motores de juego como Unity o el Unreal Engine 3, utilizado por uno de los mejores juegos actuales para la plataforma: The Ball. Por lo tanto el potencial de la consola para lanzar juegos, tanto de gráficos espectaculares como de gráficos al estilo de Nintendo Wii, es bastante bueno. Ahora solo hace falta que los desarrolladores decidan apostar por sacarle el mayor partido posible a las prestaciones de OUYA en lugar de apostar por simplemente adaptar juegos ya lanzados para otros dispositivos.

Serán precisamente los desarrolladores los principales artífices del éxito o fracaso de OUYA. La consola, por hardware, prestaciones y facilidad de uso, es muy user friendly y su potencial es tremendo. No obstante, si los desarrolladores siguen apostando por conversiones de juegos que ya hemos disfrutado en teléfonos y tablets, el futuro de OUYA será bastante negro como consola de videojuegos. La consola pide a gritos más juegos exclusivos y que aprovechen mejor la potencia del NVIDIA Tegra 3.

Mención especial a las capacidades de emulación de otros sistemas. Ya sea utilizando los emuladores disponibles en la tienda de aplicaciones o cargando nuestros emuladores favoritos para Android, OUYA proporciona las herramientas necesarias para disfrutar de aquellos juegos de sistemas que marcaron una epoca como Sega Megadrive o Super Nintendo con la comodidad de un mando que se adapta perfectamente bien a nuestra mano; todo ello en un cubo que apenas ocupa espacio y tiene un bajo consumo de energía.

Conclusión

OUYA es un producto con un potencial tremendo debido a sus prestaciones de hardware y la versatilidad de Android a un precio reducido. No solo cuenta con juegos interesantes, algunos de ellos exclusivos, y un mando que se adapta a la perfección, sino que, además, podemos personalizarla con emuladores o software mediacenter para sacarle un mayor partido en nuestro día a día. Y todo por apenas 120 euros o 99 dólares.

Ahora es el turno de los desarrolladores de sacarle todo el potencial a la consola. Ellos serán los verdaderos responsables del éxito o el fracaso de la plataforma. Si aparecen estudios que apuesten por lanzar juegos exclusivos que saquen todo el potencial de OUYA la plataforma tendrá futuro. En caso contrario, pasará a engordar la cifra de dispositivos de bajo coste que podemos conectar a nuestro televisor para usar de mediacenter con algún que otro emulador, perdiendo gran parte de su encanto inicial.

Pros

  • Tamaño compacto
  • Precio
  • Mando muy cómodo en la mano
  • Versatilidad, es mucho más que una simple consola
  • Soporta algunos periféricos bluetooth

Contras

  • La falta de sensibilidad del sensor táctil
  • Cierta dureza del D
  • pad
  • Escasez de títulos exclusivos verdaderamente atractivos
  • Falta de acceso nativo a Google Play
  • Sólo 8 GB de almacenamiento