pioneras en ciencia

D.Chernov (Wikimedia)

Ahora que se cumplen cincuenta años desde que Valentina Tereshkova fuera la primera mujer en volar al espacio, la hazaña de la soviética es recordada como un hito en la historia. Una adelantada a su tiempo en la investigación espacial, que siguió el camino de otras mujeres pioneras en ciencia.

Hoy os hablamos de algunas de estas valientes, que decidieron marcar un antes y un después, superando el machismo imperante en la época en la que vivieron. Y a pesar de los grandes logros que realizaron, lo cierto es que en pleno siglo XXI sigue resultando chocante el hecho de que no exista la plena igualdad, tampoco en investigación.No existe igualdad en ciencia y todavía tardará en llegar

La primera de la lista de estas pioneras en ciencia es, sin duda, Ada Byron, una mujer del siglo XIX que ostentó el título de Condesa de Lovelace, y que tiene el mérito de haberse convertido en la primera programadora de la historia.

Byron describió la máquina analítica de Babbage, realizó los primeros programas sencillos de computación y, por último, sugirió el uso de tarjetas perforadas para introducir información e instrucciones en una máquina analítica.

Una verdadera máquina, anterior a la siguiente de nuestra lista, la reconocidísima (por fortuna) Rosalind Franklin. Cuando la estructura del ADN fue descubierta, hace sesenta años, nadie se imaginó que en aquel importante descubrimiento científico, reconocido con el Premio Nobel de Fisología o Medicina de 1962, faltara alguien por ser homenajeado. La contribución de Franklin para describir la estructura del ADN tuvo un valor incalculableY en verdad, faltaba alguien. La propia Franklin.

La cristalógrafa británica, que moriría en 1958 a causa de un cáncer, capturó la famosa imagen 51. Esta fotografía fue tomada por Maurice Wilkins sin el permiso de Franklin, con el objetivo de enseñársela después a Francis Crick y James Watson.

Esa imagen sería la pista definitiva para que se propusiera la doble hélice como la estructura en la cual se deposita nuestra información genética. Rosalind Franklin murió antes de que Wilkins, Crick y Watson recibieran el Nobel por este descubrimiento, pero resulta justo contribuir, aunque sea años después, al homenaje a su importantísima labor científica.

Otra de las imprescindibles en esta pequeña lista de pioneras en ciencia es una genetista, Barbara McClintock, que tuvo que esperar varias décadas a que su trabajo fuera reconocido por la comunidad científica. Su aporte en el descubrimiento de los transposones (material genético que salta) fue de extraordinaria relevancia, e incluso fue galardonado con el Premio Nobel en 1983. Aunque este reconocimiento llegara treinta años más tarde de los primeros resultados de investigación, lo cierto es que su trabajo fue pionero en el área de la citogenética.

pioneras en ciencia

Por último, y cerrando este breve repaso a algunas de las mujeres pioneras en ciencia, no debemos olvidarnos de toda una desconocida para la sociedad: Gertrude Belle Elion. Esta investigadora fue capaz de ganar también un Premio Nobel, pero por el camino complicado, puesto que lo consiguió sin haber realizado antes el doctorado.

Elion trabajaba en una compañía farmacéutica, bajo la dirección de George Hitchings. Ambos colaboraron muy estrechamente en la investigación de nuevos medicamentos, entre los que destacaba el primer tratamiento antirretroviral indicado para personas infectadas con VIH.Elion, Premio Nobel sin tener el doctorado, realizó una contribución fundamental en investigación de nuevos fármacos

Pero su trabajo no se centró solo en la parte de innovación farmacéutica, sino que Elion fue más allá. Además de otros medicamentos importantes, como el primer tratamiento contra la gota, fármacos contra la malaria o la leucemia, su aporte científico es incalculable, al describir también algunas rutas metabólicas de interés.

Por fortuna, Elion no tuvo que esperar el aprecio de la comunidad investigadora tanto tiempo, ya que recibió el Premio Nobel de Medicina o Fisiología en 1988. Aunque esta bioquímica jamás leyó su tesis doctoral, después de realizar sus valiosas contribuciones en investigación fue galardonada con el título honorario de doctora por la Universidad George Washington. Un reconocimiento, sin lugar a dudas, más que merecido.

La historia de la ciencia está plagada de mujeres que realizaron trabajos importantísimos para la investigación. Cuando se cumple medio siglo del viaje espacial de Valentina Tereshkova, conviene recordar de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, también en el terreno de la igualdad en ciencia.

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