Ayer fue un día en el que muchos fijamos la vista en el cielo con la aproximación del asteroide 2012 DA14 a la Tierra, sin embargo, unas cuentas horas antes se produjo la explosión de un meteoro en la región rusa de los Urales; una noticia que asombró a medio mundo y que, gracias a la red y los smartphones de los aficionados, pudimos vivir en cualquier rincón del mundo. Varias horas después de lo sucedido, han sido varios los equipos científicos que han intentado arrojar algo de luz sobre este suceso y, anoche, la propia NASA explicó algunos detalles que sobre este peculiar suceso que vale la pena conocer.

Según comentó la NASA, el meteoro que cayó en el día de ayer en la región rusa de los Urales explotó en la atmósfera tenía una longitud de 16,5 metros, pesaba unas 10.000 toneladas y liberó una energía de unos 500 kilotones, es decir, unas 30 veces la potencia de la bomba que Estados Unidos lanzó sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Concretamente, el meteoro entró en la atmósfera y explotó a unos 51,5 kilómetros de altura provocando una onda expansiva que destrozó cristales que terminarían hiriendo a más de 1.000 personas en un hecho que, según la NASA, no tiene precedentes en esta era moderna.

Podríamos esperar la ocurrencia de un evento de estas características una vez cada 100 años

Mientras tanto, en Rusia, los científicos trabajan en la búsqueda y recuperación de fragmentos del meteoro y se han movilizado buzos para su búsqueda en el Lago Chebarkul y, claro está, las autoridades civiles rusas y los servicios de emergencia también se han movilizado para reparar los desperfectos causados por este fenómeno que ha hecho recordar al Evento de Tunguska acontecido en Siberia en el año 1908 y que se atribuye también a la explosión de un meteorito.

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