Aunque parece que cada vez somos más proclives a usar los servicios de comercio electrónico y, por ejemplo, empresas como Amazon han puesto el listón muy alto tanto en atención al cliente como en catálogo de productos o su precio; sigue habiendo aún un eslabón de la cadena que puede llegar a empañar "una compra perfecta": las empresas de mensajería. Seguramente, todos tengamos en nuestra memoria alguna mala experiencia con la entrega de algún paquete, sobre todo si tras esperar un pedido nos encontramos la desilusión total cuando vemos que la mercancía llega en mal estado. Con la idea de monitorizar "el sufrimiento" que puede llegar a padecer un paquete durante su transporte, Cambridge Consultants ha desarrollado el DropTag, un dispositivo que registrará los golpes y movimientos bruscos que haya sufrido un paquete durante su transporte.
El DropTag es un pequeño dispositivo que consta de un chip de memoria, un acelerómetro, un transmisor Bluetooth de bajo consumo y, como no, una batería para alimentar el sistema durante varios días que se insertaría en el interior de un paquete que se envía por correo o mensajería para registrar los movimientos bruscos o golpes que éste sufre durante su transporte y que pueden poner en riesgo la mercancía. Una vez llega el paquete a casa, antes de firmar la conformidad al mensajero, podríamos activar el interfaz Bluetooth de nuestro smartphone y mediante la aplicación de DropTag leer todo este registro para ver si nuestro envío ha sido maltratado durante su camino y, en caso que haya sufrido bastante, no aceptar la entrega.
La idea es que el usuario pueda ver una gráfica en la que se represente la magnitud de los impactos sufridos y contribuir así a mejorar este eslabón de la cadena que, por desgracia, a veces suele empañar el mundo del comercio electrónico; un método de control que también podría utilizarse en los centros logísticos o, incluso, durante el propio proceso de reparto por parte de las empresas de mensajería (como elemento de control).
Como nos podemos imaginar, DropTag es un producto que está orientado a negocios cuyas operaciones se apoyan en empresas de mensajería y, con esa idea, se ha concebido el producto para que su precio sea de alrededor de 2 dólares, un coste asequible que permitiría asegurar los envíos realizados sin que el precio supusiera una barrera de entrada porque, además, el dispositivo una vez encendido sería capaz de funcionar durante un par de semanas, cubriendo así envíos de larga distancia.
Una idea bastante interesante que podría contribuir a evitar que nuestros pedidos lleguen en mal estado a casa.