Samsung es una empresa de no parar. Desde 2010 que presentó el Galaxy S original ha llenado el mercado de Android con buenísimos porcentajes con una gran cantidad de terminales para todos los gustos, pero, sin duda, los consentidos del público y la casa son los de la gama Samsung Galaxy S.
Y consentidos porque les han rendido frutos sin duda alguna, cada uno de sus modelos ha ido formando una fama hasta ser la línea ganadora de Android, a veces una referencia para unas personas. Y no es para menos, contando que son 100 millones de dispositivos vendidos desde 2010, es decir, ventas acumuladas de toda la gama.
Y el gran ganador de la gama es precisamente el que menos posibilidades por tiempo pero el que más tenía probabilidad por destacar: el Galaxy S III. Solamente del Galaxy S III se han vendido 40 millones de dispositivos a nivel mundial,números abrumadores de por sí. Estos dos datos se traducen en que Samsung es el mayor productor de smartphones de Estados Unidos con casi el 27% del mercado total, Apple le sigue a un 19%.
Ahora, el éxito de Samsung no viene sólo por la línea de Galaxy S, sino porque antes de ella (y durante) Samsung llenó el mercado con una gran cantidad de dispositivos muy variados entre ellos, estudiando sus ventas y viendo qué es lo que al consumidor más le gustaba, esta es la forma de operar de Samsung: al final algo tiene que gustarle al cliente mayoritario, aunque todos sus dispositivos tienen cabida en el mercado, al estar destinados a todos los gustos y presupuestos. Aquí es donde cabe mencionar el éxito de la gama Note para la crecida de pantalla de la línea Galaxy y del mercado en general.
El resumen es que si Samsung sigue con estas ventas podría encajar un total de 290 millones de terminales vendidos este año, 35% que el estimado del año pasado y una auténtica barbaridad en números.