¿Les suena el nombre de Michael Woodford? Si vienen siguiendo el escándalo de fraude de Olympus, es una figura significativa. Hace poco más de un año fue despedido de su cargo como consejero delegado de la compañía –fue el primer CEO occidental que tuvo la empresa- por haber levantado la tapa en un escándalo de sobreprecios, facturas imaginarias y mucho más que era conocido por toda la junta de directores. Dejando el drama de lado, Woodford tiene planeado contarlo todo en un libro donde revela su lado de la historia.
El libro, titulado Exposure. Inside the Olympus Scandal, tiene una extensión de 272 páginas y será editado por Penguin el 27 de noviembre. Woodford fue uno de los denunciantes más importantes en la historia, pues raras veces un ejecutivo en un cargo tan elevado como el de él reportó semejante escándalo a las autoridades. Woodford fue separado del cargo poco después, perdiendo así un trabajo con una paga de 8 millones de dólares al año. Fue resarcido económicamente por Olympus hace algunos meses, por la suma de 15.5 millones de dólares.
La cinemática contratapa del libro cuenta un poco sobre las aventuras de Woodford en Olympus; este es nuestro extracto favorito:
Los problemas comenzaron cuando Woodford se enteró de una serie de fusiones extrañas y tratos de compras por un total de 1,7 mil millones, un escándalo que podría arruinar a la compañía si salía a la luz. Preguntó a los ejecutivos de la empresa –incluyendo al hombre que lo había contratado, Tsuyoshi Kikukawa-. Pero en lugar de ser considerado un héroe por tratar de salvar a la empresa, Woodford recibió respuestas vagas y hostilidad. Sin perder las esperanzas, Woodford demandó ser promocionado a consejero delegado para tener más peso en las decisiones y poder llegar al fondo de todo. Pero, apenas algunas semanas después de asumir ese cargo, fue despedido en un “golpe” ejecutivo que shockeó a Japón y al mundo de los negocios. Preocupado por el silencio que podrían llegar a demandar sus viejos empleadores, Woodford huyó del país y corrió a la prensa –convirtiéndose en el primer consejero delegado de una empresa multinacional en “delatar” a su propia compañía-.
Desde ese entonces, Olympus ha estado en un espiral del cual no parece estar saliendo en el futuro cercano: allanamientos en sus oficinas, caídas en las ventas, y más. Recientemente toda su junta de directivos, que renunciaron hace algunos meses, se declaró culpable de fraude.
Hace algunas semanas, se hizo oficial una compra de acciones por parte de Sony que transforma a esta compañía competidora en la dueña del 11.46% de la cartera de Olympus. El principal interés de Sony es adquirir más peso en el rubro del instrumental óptico para medicina, donde Olympus sigue liderando el mercado. Olympus se lleva a cambio la posibilidad de encontrar un respiro entre tantos problemas, y tratar de salvaguardar lo que pueda frente al naufragio. Aunque, sin dudas, el libro de Woodford les hará mala prensa.