Cuando buscamos “iTunes” en Google, por las primeras páginas vamos a encontrar información típica del programa. Pero si ahondamos un poco más nos vamos a encontrar con comentarios como “qué malo es iTunes” o, mi favorito, “iTunes es el peor programa del universo”. Admito que estos usuarios están exagerando –iTunes no es tan malo y claramente no estamos considerando el bien ponderado Windows Movie Maker- pero sí puede ser considerado uno de los programas más molestos de la historia. Les voy a dar 6 razones por la que deberíamos ir considerando alternativas a iTunes para no tener que sufrir sus problemas de todos los días.
La velocidad: iTunes es súper lento, sobre todo en su versión para Windows. Es lento para arrancar, para cargar canciones, para sincronizar dispositivos, y ni hablar de las veces que crashea mientras estamos escuchando música. Además de lento es pesado y consume muchos recursos del ordenador. Y sin embargo lo seguimos usando…
Las actualizaciones: otro aspecto hiper molesto de iTunes son las actualizaciones constantes que nos sugiere. Si bien tenemos la opción de desactivarlo, es también otra de sus “joyas” de la molestia. Sobre todo si no tenemos, por ejemplo, un ordenador que supere la última versión.
La sincronización: muchos usuarios siguen usando iTunes porque piensan que es la única opción para sincronizar sus dispositivos Apple. Pero no es así. Con iTunes tenemos que seleccionar entre diferentes modos de sincronización, y ni hablar si tenemos más de un dispositivo. Los problemas parecen no tener fin.
La importación de archivos: para poder importar archivos, por ejemplo de un CD o de un disco externo, tenemos que prenderle una vela a Steve Jobs para ser coronados con la gracia del ripping. Si no, iTunes es capaz de colgarse, crashear, o directamente no hacer lo que le estamos pidiendo.
Las listas de reproducción son inútiles: además de servir justamente para eso, reproducir en un determinado orden, no hacen nada más. Si queremos eliminar una canción o hacer un cambio, tenemos que volver a nuestra biblioteca musical. Tenemos miedo de pedir que se sumen más funcionalidades para las playlists porque quizás hasta ralentiza el funcionamiento del programa.
Los problemas con las librerías: si la librería no está almacenada de forma local –por ejemplo, tenemos demasiadas canciones y preferimos almacenarlas en un disco externo- entonces podemos ir acostumbrándonos a la lentitud.
Afortunadamente, hay alternativas. Tenemos por un lado servicios de streaming como Spotify y Grooveshark, otro servicios como Rdio y Pandora, y además, hace algunos días les presentamos una variedad de opciones de gestores de librerías musicales que son mucho más livianos y eficientes. Si tienen otras recomendaciones, están más que bienvenidos a dejarlas en los comentarios.