Canon ha presentado hoy su nueva cámara sin espejo, y es la última marca de renombre que se lanza al mundo de las EVIL, CSC, mirrorless... un apartado tan nuevo que todavía no tiene nombre definido. Junto a la cámara se presentan también los nuevos objetivos con nueva montura.

La nueva Canon M confirma que este tipo de cámaras es el futuro, y es la respuesta de la industria a la más que probable desaparición de las cámara compactas a favor de los móviles inteligentes. Las marcas perderán un nicho que creían en propiedad, pero se inventan otro para combatirlo: las nuevas cámaras sin espejo. Además consiguen cámaras pequeñas y manejables, con ópticas de calidad de pequeño formato, y con un coste similar a las réflex de gama baja.

La nueva Canon M tiene un sensor CMOS, de formato APS-C (mismo tamaño que las réflex y mayor que el de sus directas competidoras Panasonic y Olympus) de 18 Mp, con un procesador DIGIC 5 a 14 bit. Tiene una montura, denominada EF-M, totalmente nueva, con dos nuevos objetivos, el zoom estándar EF-M 18-55 mm f/3,5-5,6 IS STM y el objetivo compacto EF-M 22 mm f/2 STM, tipo pancake. Pero han tenido la genial idea de presentar un adaptador para poder utilizar todos los objetivos de la gama EOS. Y aunque no parece que vaya a ser un accesorio barato, es una baza para todos los propietarios de objetivos de esta marca japonesa, que pueden comprar la cámara como segundo cuerpo de emergencia.

El cuerpo de la cámara es metálico, la pantalla es táctil, fija y con una resolución de 1 millón de puntos. Y por sus especificaciones, parece que los videógrafos están de enhorabuena, pues entre otras cosas, además de grabar en alta definición, puede grabar a 720p a 50 fps, entrada de lujo para trabajar a cámara lenta (eso sí, con apoyo de software a la hora de la edición).

Para algunos tiene puntos negativos, como es la ausencia de un visor electrónico (sólo podemos enfocar y encuadrar a través de la pantalla), no tiene flash incorporado (aunque han presentado el nuevo Speedlite 90EX que se venderá conjuntamente con la cámara) y la pantalla no es basculante. Personalmente, salvo la ausencia de visor, los demás puntos me parecen incluso positivos, pues se consigue una cámara mucho más robusta y con menos posibilidades de romperse.

Seguramente no pasará mucho tiempo hasta que se presente un nuevo cuerpo para la nueva familia de Canon (Photokina está cerca), pero hasta entonces veremos las posibilidades y virtudes de esta Canon M.

 

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