El estandarte de Nokia y por extensión, el buque insignia de todos los Windows Phone. Sin duda esa fue la intención de Nokia al sacar este terminal al mercado. Sin embargo, suele pasar que quien lleva la insignia no es el más indicado para ello, y el mejor guerrero se encuentra en la retaguardia, este es el caso del Nokia Lumia 900 y el 800. Pese a ser un grandioso terminal, hay cosas que ya son casi inaceptables en un mercado cada vez más diversificado (para bien o para mal), extendido y donde es fácil encontrar alternativas a cualquier producto. Con el Samsung Galaxy S III, el iPhone 4S y los HTC One en venta, el Lumia 900 tiene difícil la competición hoy en día.
Tacto y diseño
Sin duda aquí se lleva el puntazo a favor del terminal, los exteriores son sencillamente sublimes a mi gusto, en mi caso probé la versión en blanco del 900. Aunque deja un poco que desear su tacto frente al Lumia 800 en negro, que tiene ese acabado aterciopelado y mate, las proporciones, el grosor y el look and feel en general, son muy buenos.
Desde hace ya mucho tiempo los teléfonos vienen gobernados por una gran pantalla en su frente, el Lumia 900 no iba a ser la excepción, portando una de 4.3" con los botones clásicos capacitivos de Windows Phone justo debajo de ella. En el lateral derecho encontramos el botón de la cámara, des/bloqueo y control de volumen, en el lado superior el puerto para la MicroSIM, el conector MicroUSB y la entrada/salida de audio de 3.5mm. Por otro lado, en la parte inferior sólo encontramos el altavoz y las inscripciones de la Comunidad Europea, el modelo y número de la FCC.
Concretando un poco más, el teléfono es muy diferente a todo lo que hay ahora mismo en las mentes de sus competidores, apuesta por una combinación de líneas redondas y ángulos rectos con sutiles detalles en las esquinas y bordes superiores e inferiores bastante buenos. En los bordes una reducción de grosor desde que acaba la pantalla, alargándose alrededor de un centímetro hasta el final, con una inclinación muy agradable.
Como suele ser, no todo lo bonito es bueno o útil y este es el peor de los casos que podría darse: cuesta acostumbrarse al dispositivo, al principio no encotraba de qué manera cogerlo para sentirme cómodo con él en la mano y que no se me fuera a caer sin hacer fuerza, sobre todo sosteniéndolo en modo apaisado (landscape). Una de mis actividades favoritas, por ello de las que más suelo hacer, es estar en la cama con Twitter en el móvil, pero con el Lumia 900 casi me dejó de gustar por un momento, cuando lo sostienes con una mano para que la pantalla quede en perpendicular a tu vista se siente feo, no se siente natural, como algo que es una extensión de ti y las esquinas, al tener un ángulo recto, casi se clavan en la palma de tu mano, esto es lo que hace que se sienta incómodo de sostener. Por otro lado, el peso está mejor equilibrado de lo que pensaba antes de probarlo, lo que hace que sea un poco más llevadero.
Respecto a los acabados de los botones y conectores, es muy bueno, realmente sabes cuando estás presionando el botón de desbloqueo o subiendo o bajando el volumen. Por la contra, la tapa que tiene para el puerto de la MicroSIM, en el primer dispositivo que probé (fueron dos), no se sentía que estuviera bien puesta nunca; en el caso del segundo terminal pasa lo contrario y no se queda a la misma altura que el resto de la superficie, sino que se queda un poco hundida.
Pantalla
La más notabe de las mejoras respecto a la generación pasada de Lumia es su incremento en el tamaño de la pantalla, dejándola en 4.3" con tecnología AMOLED y una mucho más interesante: Clear Black Display(CBD). Si no os suena CBD, debería, porque es lo que hará que la pantalla de este teléfono sea la mejor del mercado bajo la luz del sol, es alucinante, en serio.
Pero, siempre hay un pero. Esta vez tengo dos críticas respecto a la pantalla, una que se refiere a la misma directamente y otra crítica a Windows Phone:
- A la pantalla: ¿en serio, Nokia? ¿En un teléfono de 500 euros no pudiste hacer una pantalla que no se vieran los focos de retroiluminación de las teclas capacitivas del teléfono como si fueran los focos del anuncio de la 20th Century Fox? Es algo que me molestaría mucho si fuese un comprador del teléfono, realmente no es algo que te des cuenta todo el tiempo, pero en ambientes oscuros me resultó tremendamente molesto tener un foco de luz desde abajo en la pantalla.
- A Windows Phone: necesitamos urgentemente las nuevas resoluciones de pantalla que vendrán con Windows Phone 8. Después de tener la pantalla de un iPhone en la mano, pasar a la de un Galaxy SIII y luego volver a la del Lumia 900 fue una decepción en cuanto a la resolución. Si bien estoy comparando con las dos mejores pantallas en cuanto a píxeles por pulgada, el Lumia 900 debería ser mínimamente comparable con estos dos, pero no. Si habéis usado un Windows Phone, sabéis que el appbar es muy usado en la mayoría de aplicaciones para realizar acciones inmediatas, bien, pues en la pantalla del Lumia 900, los iconos del appbar no son todo lo nítidos que podrían ser.
Cámara
En lo que respecta a la trasera, era otra de las características que me prometía ser de lo más destacable del terminal antes de probarlo...y otra de las cosas que no me gustó tanto. Al menos no en condiciones de baja luminosidad (ojo, de oscuridad no, sino de un atardecer, por ejemplo). La cámara es aceptable, es decir, puedes sacar muy buenas fotos en el día, al aire libre con luz natural, de hecho me gustaron más que las sacadas con un Xperia Arc S o un iPhone 4.
Ahora, otro caso es en situaciones de baja luminosidad, en casa al atardecer. Algo que me disgusta mucho es que en la previsualización la foto sale aceptable, pero al momento de capturar la imagen, se vuelva todo mucho más negro. Jugando con las opciones de exposición e ISO se puede obtener algo que podría pasar para una captura que será subida a Facebook o Twitter, pero definitivamente algo indigno para Flickr o inmortalizar momentos realmente importantes. Para grabar vídeo tenemos la opción de grabar a 720p@30 fotogramas por segundo que no me ha decepcionado.
En términos de especificaciones, son 8 mpx instalados en la parte trasera a unas 3/4 partes de altura y en el centro respecto a los laterales con autofocus, la ya típica óptica de Carl Zeiss Tessar y un doble flash.
La cámara delantera tiene un sensor de 1.3mpx con la posibilidad de grabar a 720p también, haciendo que la experiencia con Tango, que viene preinstalada, sea muy buena para quien nos llama y para nosotros, aquí se agradece el espacio extra que tiene en la pantalla.
Rendimiento
Aquí va lo de siempre: Windows Phone es un tiro, ninguna aplicación se congela, los frames por segundo de las animaciones no caen y los scrolls son de lo más fluido que hay. ¿El pero? La multitarea, ese problema que tienen todos los sistemas operativos al empezar...pero con Android y iOS ya muy avanzados en este tema, Windows Phone tiene una grave carencia aquí.
Sin embargo, aclaremos un poco a qué me refiero con el problema de la multitarea: me refiero a que si estoy en X aplicación, voy al home (que no cierra la app) y vuelvo a hacer click en la misma X aplicación para abrirla, me vuelve a enseñar el splash de inicio, perdiendo una media de 2-3 segundos y nunca más de 5 (por norma de Microsoft para que una aplicación sea aceptada en el Marketplace, no puede tardar más de 5s en esta pantalla). Esperemos que esto cambie con Windows Phone 7.8 y 8, porque es inaceptable en los tiempos que corren, me resulta nefasto que un HTC Hero que aún tengo guardado reabra Whatsapp antes que el Lumia 900.
Conclusión
Sin duda es un gran terminal, se nota en la calidad de la construcción el empeño que pusieron y la alianza de Nokia con Microsoft ya ha dejado de manifiesto que funciona muy bien como tándem. Sin embargo, el teléfono viene limitado por Windows Phone en varias características que dañan la experiencia: la resolución y la multitarea, por otro lado la cámara es una decepción. En una frase: es un buen teléfono, pero que depende la escala de precios donde compita va a destacarse o no.