La siguiente gran actualización de Windows Phone después de Mango será Tango, destinada a optimizar el sistema para poder ejecutarse en dispositivos con menores prestaciones técnicas acompañándolo, como contrapartida, de algunas limitaciones técnicas. Pero junto con el gran lanzamiento de Windows 8, Windows Phone también se actualizará, con el nombre de Apollo y que presentará una integración muy fuerte con su hermano mayor del escritorio.

Pero mientras Android sigue fragmentando a diestro y siniestro su sistema operativo y la experiencia en sus terminales (muchos de los cuales continúan esperando Ice Cream Sandwich), con Windows Phone surgía la gran pregunta acerca de si ocurriría lo mismo y el salto a Apollo sería tan grande que dejaría detrás a algunos terminales. Bien, según un usuario de Reddit con ciert historial de aciertos en filtraciones de Windows Phone, la nueva actualización seguiría manteniendo retrocompatibilidad con todos los dispositivos Windows Phone hasta la fecha.

Es de suponer que incluiría algún tipo de adaptación, al igual que ha ocurrido con Tango, para que en los teléfonos más antiguos no funcionase al 100% de sus posibilidades. El recorte se produciría en aspectos técnicos (por ejemplo, grabación de vídeo a 1080p) pero las características esenciales y la coherencia general de todo el sistema operativo se mantendría intacta.