Puede que lo sufras o no, pero hay muchos buenos fotógrafos amateurs ahí afuera que sencillamente no logran soltarse un poco y hacer fotos en público sin sentirse observados o juzgados. Puede que tengan su cámara en la mochila, vean una excelente imagen pero al estar ubicados en una calle muy transitada o un lugar muy concurrido, el miedo los vence y dejan pasar ese momento, único probablemente, para luego arrepentirse de no haber tomado el coraje suficiente.

Obviamente esta relacionado con la personalidad y el nivel de timidez de cada uno, pero sencillamente no hay dudas que sacar una cámara en público atrae miradas. Sea por que tienes una reflex de tamaño considerable, que tu compacta es de colores llamativos y tiene pegatinas del grupo pop del momento o por que seas el único cámara-en-mano, sentirás las miradas en la nuca, juzgándote, preguntándose por que una persona esta haciendo fotos en público.

Pues déjame decirte algo muy importante: a nadie le importa. Nadie se detiene a juzgar a alguien que tenga una cámara en la mano, a preguntarle que esta haciendo y a dedicar el resto de su día a pensar como esa persona se atrevió a realizar semejante cosa. Nadie lo hace. Haz el mismo ejercicio, pero desde el otro lado. Olvídate por un momento que te gusta la fotografía e imagina que vas por la calle más transitada del mundo y hay una sola persona detenida, tomando fotografías. ¿Cuanto tiempo le dedicarás en tu mente a esa persona? ¿Cuanto tiempo pasarás pensando en que esta haciendo ahí esa persona? Probablemente 30 a 40 segundos, para luego sumergirte en tus pensamientos, tu música, tus problemas o en lo que tienes que hacer.

Piensa en el momento más embarazoso que has visto en la calle. ¿Incluye algún fotógrafo, alguna persona detenida y tomando fotos en algún lugar? Seguramente que no. Personalmente recuerdo personas tropezando, dejando caer tus teléfonos móviles o quedando atrapados entre las puertas de los subterráneos por apurarse un poco, situación cómica demás esta decir, pero no recuerdo a ningún fotógrafo.

Entonces, ¿por que sentir vergüenza de tomar fotografías en público? Recuerda, a nadie le importa, nadie pensará más de diez segundos en ti, intentando adivinar que diablos estas fotografiando. Toma tu cámara, sal a la calle y anímate a tomar todas las fotografías que quieras.

Aun así, puede que seas algo tímido, y esta combinación puede ser fatal. Un poco de timidez sumado al hecho interiorizado como tabú de fotografiar públicamente puede bloquear a cualquiera. De todas maneras, no todo esta perdido. Sal con amigos a tomar fotos. No tienen ni siquiera que ser fotógrafos. Puedes ser el único con una cámara, y aun así sentirte cómodo debido a la confianza que tienes con ellos. Dispara a espaldas de las personas. Depende un poco más del enfoque automático y realiza disparos rápidos.

Si todo esto no te convence que realmente a nadie le importa lo que estas haciendo en la calle, piensa lo siguiente: ¿que es lo peor que puede suceder? ¿Alguien va a correr a pegarte? ¿Alguien va a mirarte mal y murmurar algo por lo bajo? Difícil que suceda, y aun así, ¡a quien le importa! Toma tu cámara, dispara todo lo que quieras y piensa que aquellas personas que según tu timidez te están juzgando (y probablemente no lo estén haciendo) no las volverás a ver en el resto de tu vida.

Recuerda, estas haciendo lo que más te gusta. No dejes que la mirada de los demás te detenga. La próxima vez que veas algo digno de una fotografía y "desgraciadamente" esta sucediendo en un lugar lleno de gente, piensa en las palabras de este editor: a nadie le importa lo que estas haciendo. Toma tu cámara y disfruta. El miedo se irá solo.

¿Con todas estas palabras de aliento aun así no te animas a sacar tu cámara en público? Tómatelo como un desafío. Sal a la calle un domingo soleado, ve a un parque público y oblígate a preguntarle a la pareja más bonita que veas si te permiten realizarles un retrato. Oblígate a hacerlo. Puede que se nieguen, que acepten o que se enojen. En este ultimo e improbable caso, pide disculpas y retírate. Pero no dejes de intentarlo. Crecerás no solo como fotógrafo, sino como persona.

¡Animo y a disparar sin miedo!

Foto: Andres Rey, Gregory Bastien

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