He de reconocer que me provoca un morbo inconmensurable cuando la tortilla se da la vuelta y quien otrora cazase impunemente, de repente acaba convertido en presa. Anonymous, el grupo activista que por activa y pasiva defendiese su inocencia respecto al robo de información que ha desconectado PlayStation Network, el mismo que poco después no tuviese más remedio que reconocer más que probable la autoría por parte de alguno de sus miembros, ha resultado víctima de hackeo.

Decían el otro día que Anonymous, cual grupo descabezado, ha de responsabilizarse de la autoría de todos y cada uno de sus miembros, aún cuando una mayoría se oponga al modus operandi en cuestión. Semejante estructura es propensa a la anarquía y a ello es a lo que ha llevado, reportándose un ataque al canal IRC a través del cual los enmascarados articulaban sus comunicaciones.

La gracia del asunto radica en que, a falta de confirmación, se entiende como responsable al propio operador del canal, que harto de los tejemanejes de sus compañeros ha decidido hacerles probar su propia medicina.

Los servidores han sido atacados y un listado con las direcciones IP de los más usuales participantes publicado, poniendo en grave riesgo a sus integrantes. La confidencialidad, el anonimato, es una de las bases por las que se rige Anonymous. Su vulneración ha expuesto a toda una cadena de blancos perfectos a los que a buen seguro apunta Sony en estos momentos, por no hablar del resto de rebeldes a los derroteros por los que el grupo ha venido transitando los últimos meses.

Anonymous habla así de un "golpe de estado organizado" por el que un antiguo simpatizante (apodado Ryan) se ha hecho con el control de AnonOps.ru y AnonOps.net, donde ahora puede leerse un LOL AnonOps Dead junto a la susodicha lista de usuarios, que ha destapado según Forbes a unos 653 miembros.

¿Quién lo iba a decir? Ahora es Anonymous quien recomienda a los suyos (si es que semejante apelación tiene ya cabida en su seno) abandonar las vías de comunicación usuales para evitar ver comprometidas sus identidades.

¿Karma o producto de un movimiento demasiado variopinto como para empeñarse en señas de identidad conjuntas? Creo yo que los Anonymous deberían comenzar a teñir sus máscaras de diferentes tonalidades...

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