Señoras y señores, la espera ha finalizado. Samsung al fin ha desvelado su primer dispositivo tipo tablet con Android - como contaba ayer mi compañero David -, ese de nombre Samsung Galaxy Tab que todo el mundo ansiaba ver al detalle ya que las primeras filtraciones indicaban que estábamos ante una tableta de muy altas prestaciones la cual, a priori, sería capaz de plantarle cara a las tablets disponibles en el mercado actualmente y a aquellas que llegarán próximamente.
¿Y se han cumplido las expectativas? Pues bueno, la verdad es que personalmente tras leer las diversas revisiones y toneladas de información que pululan por la red sobre el gadget que nos ocupa, tengo sentimientos encontramos ya que veo grandes aciertos pero también carencias o estrategias muy arriesgadas. Me explico con más detalle.
Los aciertos
El hardware sin ningún atisbo de duda es el más importante, Galaxy Tab es una tremenda máquina se mire por donde se mire. ¿No me crees? Pues espera que empiezo con la retahíla de características que no me canso de leer:
- Pantalla TFT de 7 pulgadas y 1024x600 píxeles de resolución
- Pesa tan solo 380 gramos
- Procesador Cortex A8 a 1GHz (es el mismo que lleva el Samsung Galaxy S
- Conectividad: Wi-Fi 802.11n, Bluetooth 3.0 y 3G
- 512MB de memora RAM y 16GB o 32GB de disco duro
- Ranura para tarjetas de memoria microSD
- Dos cámaras, una frontal VGA y otra trasera de 3 megapíxeles con autoenfoque
- Batería de 4000mAh capaz de soportar hasta 7 horas de reproducción de vídeo
Más aciertos, las aplicaciones nativas y la pantalla. Sobre lo primero confieso que tenía muchas dudas, pero los primeros que han estado jugando con el Galaxy Tab aseguran que las aplicaciones nativas tales como el lector de correo, el navegador, o la disponible para leer libros electrónicos, responden muy bien y tienen un diseño funcional. Finalmente otra cosa muy importante que nos faltaba por saber era qué tal respondería la pantalla a los gestos. Pues bien, parece ser que salvo alguna excepción, Samsung ha conseguido que su pantalla responda rápido y bien a los gestos realizados con los dedos.
Las carencias y lo arriesgado
La primera gran carencia del Galaxy Tab es que (como decía el otro día y a pesar de que las apps nativas funcionan bien) no cuenta con un ecosistema de aplicaciones que exploten al máximo la pantalla. Esto no es ninguna tontería ya que el mercado de las tabletas no tardará en llegar a su punto de saturación y el elemento diferenciador serán, al igual que sucede en el mundo de los smartphones, las aplicaciones.
A esto hay que sumarle otra pifia que se me escapa completamente: no tiene GPS. Es incomprensible que no le hayan metido GPS en estos tiempos que corren en los que el fenómeno de la geolocalización está explotando. Con la carencia también imposibilitan a los futuros compradores utilizar servicios tan geniales como Google Maps Navigation. Y para terminar me voy a meter con las estrategias arriesgadas que comentaba. . Si que tiene GPS, no dije nada.
Samsung claramente ha decidido no entrar a competir directamente con el iPad ya que a diferencia de este que se centra exclusivamente en el tema de facilitar el consumo de contenidos, el Galaxy Tab va un poco más allá y permite realizar y recibir llamadas. Es decir, que estamos ante un aparato que hace un poco de todo y se encuentra a caballo entre un smartphone y una tablet. ¿Acierto o fallo? Pues depende a quien le preguntemos, muchos opinan que sí, que cuantas más cosas mejor, pero otros creen que el que mucho abarca al final poco aprieta. En cualquier caso lo que sí está claro es que es una apuesta arriesgada (que no nueva por cierto)
La segunda estrategia arriesgada, esta más que la anterior y que está sin confirmar, tiene relación con los precios. Según las últimas filtraciones el modelo de 16GB tendrá un precio (agarraos) de 699 euros y el de 32GB (agarraos más) de 799 euros. Sinceramente, ¿alguien piensa que el Galaxy Tab se venderá bien con estos precios? Yo creo que no y fijo que tampoco Samsung, y aquí llega el quid de la cuestión: el Galaxy Tab se venderá no solamente libre sino también bajo el paraguas de operadoras de telefonía, así que en teoría lo que busca la marca coreana con los altos precios es empujar a los consumidores a adquirir el dispositivo subvencionado (negocio para ellos redondo).
Dicho todo esto la pregunta obvia que queda por responder es si el Samsung Galaxy Tab funcionará en ventas, lo que personalmente no tengo nada claro por lo comentando hasta aquí. Sí que creo que Samsung se ha mojado y que **estamos ante el mejor dispositivo tipo tablet con Android visto hasta la fecha**, pero no solamente del hardware viven las tablets en estos tiempos que corren y está claro que todavía quedan muchas preguntas en el aire de las que necesitamos saber la respuesta para soltar juicios contundentes (el tema precios por ejemplo, que no hay nada confirmado y es algo vital).
Para finalizar me gustaría muchísimo saber la opinión de los lectores y también vuestra respuesta a la cuestión que más me intriga: ¿comprarías el Samsung Galaxy Tab a través de una operadora de telefonía?