La recesión en el mundo de la tecnología, al menos para la industria japonesa, se está poco a poco terminando. Eso es lo que dicen las compañías más grandes del país oriental. Ahora varios medios están informando que las empresas japonesas fabricantes de chips más grandes están pidiéndoles a sus trabajadores que no se tomen las vacaciones de verano.
La razón es que las empresas están teniendo una gran demanda por parte de sus clientes (sobre todo de productores de smartphones, tarjetas de memoria y pantallas LCD y plasmas) y que no pueden dejar de producir para aumentar los ingresos.
La mayoría de los trabajadores de Japón se suelen tomar una semana de vacaciones durante el Festival Obon en agosto pero este año, Toshiba por ejemplo, les pidió a sus empleados que no se las tomen. La idea es aumentar la productividad en un 20% en relación al verano anterior.
Otro fabricante de chips grande del país, Renesas, decidió cancelar el break de 8 días y en vez de eso darle a la producción a todo vapor. Si todo sale como ellos esperan podrán incrementar la producción en un 20% por año.
Finalmente Fujitsu y Elpida Memory también anunciaron planes para cancelar las vacaciones de verano. Después se quejan que hay suicidios en cadena por la presión que les generan sus trabajos...