Si hay algo que ralentiza de manera desmesurada nuestro sistema operativo, son los programas que hacen uso intensivo de las tipografías que tenemos instaladas en nuestro sistema, como Photoshop, Pages, Office, etc. Está claro que las fuentes son imprescindibles y que las necesitamos. El problema se hace mayor aún si nos hinchamos a añadir fuentes por nuestra cuenta.
Sin embargo, hay un truco muy sencillo para agilizar mucho la gestión de fuentes y que los programas que hacen uso de éstas funcionen con mayor soltura. Se trata de llevárnoslas desde la carpeta de fuentes del sistema a la carpeta de fuentes de nuestra sesión de usuario.
- Para ello tendremos que irnos a /Library/Fonts.
A continuación ordenamos los archivos de la carpeta por fecha, y así nos saldrán agrupadas todas nuestras fuentes, dejando a un lado las del sistema.
Seleccionamos nuestras fuentes, y abrimos una nueva ventana en Nombredeusuario/Library/Fonts.
Arrastramos las fuentes de una carpeta a otra y cerramos las ventanas.
Ahora tan sólo nos queda limpiar la caché de fuentes con alguna aplicación como Onyx, Snow Leopard Cache Cleaner o Clean My Mac.
Una vez tengamos limpia la caché, reiniciamos nuestro Mac y veremos como la carga de los programas que hacen un uso intensivo de las fuentes cargan mucho más rápido.
Vía: Mac OS X Hints