Yo no sé vosotros, pero la verdad es que estoy un pelín mosqueado con todos los problemas que se vienen achacando al iPhone 4 de un tiempo a esta parte. Tanto es así, que he pasado de querer comprarlo ya a no saber si esperar y que otros sufran (los early adopters) las incomodidades y defectos de los primeros modelos de producción.

En un principio empezaron a surgir posts destacando la alta fragilidad del cristal del móvil, al poco tiempo las manchas amarillentas de pegamento, más tarde se han dado los ya conocidos problemas con la recepción de señal que tantos chistes han levantado.

Pero la cosa no quedó ahí, pues por un lado os hemos hablado de un fallo estúpido relacionado con la colocación de los botones de volumen, por otro, hace un momento os hablábamos de los problemas del sensor de proximidad. Para colmo, Abel nos comentó la dificultad de conectar un iPhone 4 con su Bumper a un dock.

Y no hago más que preguntarme: ¿qué pasó Apple? ¿Fueron las prisas o estáis durmiendo en los laureles del éxito? ¿Tendremos que tener poderes como Darth Vader para poder manejar el iPhone sin que nos dé problemas? Porque un dispositivo que cuesta tanto no tendría porqué darte la sensación al adquirirlo de que estás jugando a la ruleta rusa y que si te sale bien fue por una casualidad, porque todo se haya confabulado para no tener en tu modelo propio uno de los miles de errores que se han presentado.

La verdad que no sé qué pensar, es por eso que quería hacer una encuesta entre nuestros lectores para valorar hasta qué punto todas estas situaciones están haciendo que algunos se echen para atrás en lo que tiene que ver con su compra, cuando era algo que ya lo tenían decidido. Espero vuestras respuestas.

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