Luego de Betas, RCs, y RTMs, Microsoft Office 2010 finalmente llegó a su versión definitiva hace un mes, y ayer salió oficialmente a la venta para el público en general a nivel mundial. Desde que salió la Beta lo estoy usando, y la verdad, comparado a su predecesor, el lento y pesado 2007, esta nueva encarnación de la megasuite ofimática me parece muy superior. Pero no les voy a contar en profundidad las novedades del programa, porque a esta altura ya no son un misterio para nadie. De todas formas, para conocerlo a fondo, nada mejor que leerse el completo Hipertextual Labs que hizo Cecilia.

Para mí, una de las mejores funciones es la posibilidad de conectar nuestro Office directamente con la nube, y ahora que finalmente las Office Web Apps están andando, realmente es una solución integral (aunque en mi experiencia, el proceso de conectarse a SkyDrive es algo lento, me falta ver si en la versión final lo han mejorado). Y como redactora obsesiva, me hace muy feliz una pequeña novedad en el corrector de Word, que nos marca con un subrayado (novedad color azul) las palabras que si bien están bien escritas, pueden no ser las correctas según el contexto de la frase (no es lo mismo escribir “sobre esto se demasiado” que “sobre esto sé demasiado”).

Se lo puede comprar online o en tiendas, o descargar una versión de prueba por 60 días. También, si compraron recientemente una PC con Office 2007, es probable que puedan actualizarlo sin cargo. ¿Quieren saber los precios? Office Hogar y Estudiantes: 139,00 €, Office Hogar y Pequeña Empresa: 379,00 €, Office Professional: 699,00 €. Yo voy a esperar a octubre que se termina el período de mi Beta, y ahí veo... probablemente me quede con la versión en la nubes, que promete.