Desde hace tiempos he ignorado por completo el hecho de diseñar un website y validarlo. La primera razón es que consideraba que eso era más una forma de mostrarle al mundo que eres "cool" y casi nada más.
Con este rediseño decidí probar. Cuando mi sitio finalmente validó mi percepción de las cosas cambió totalmente.
Lo principal: cualquier diseñador web que se toma su trabajo medianamente serio tiene que usar el validador.
Uno no se imagina la cantidad de errorcitos, detallitos, que uno no se fija mientras ve el código y que el validador hace notar. También te topas con que muchos de los tags y formas de formatear ya no son válidos, a veces redundantes y que a la larga te ayudan a hacer las cosas más rápido y más claro a la hora de escribir el código.
El validar te ayuda a que tu página se vea igual en todos los navegadores. Me imagino que esto no será algo totalmente exacto pero hoy revisaba el sitio en varios navegadores y en general todo se veía muy pero muy similar.
La satisfacción de hacer un código limpio y sin errores es como cuando en el colegio o en la universidad te sacas la mejor calificación.