Hoy hemos acudido al evento inaugural del Google I/O 2015. En él no hemos visto nada sorprendente, algo que por otra parte ya esperábamos, tras una edición anterior muy frenética en ritmo. Para mucha gente, el evento de hoy ha sido algo aburrido y carente de novedades. Para otros, las mejores novedades de Android M son copias de las que iOS tiene desde sus comienzos o desde versiones recientes, pero desde mi punto de vista, existen principios en tecnología, y llegados al punto en que estamos, hablar de eso carece de sentido. Todos los sistemas se retroalimentan e inspiran en sus competidores. Que ya hayamos visto esas novedades en otros sitios no me impide disfrutarlas en Android, ni en iOS en su momento. Y me explico.
Android M es una actualización menor, pero dará al usuario más satisfacciones que versiones grandes como Lollipop
Pienso que antes del iPhone, Android tenía un camino muy distinto al que finalmente ha acabado teniendo. El sistema iba más encaminado hacia parecerse a BlackBerry que hacia el referente que es hoy. Por lo tanto, sí, el lanzamiento del iPhone hizo cambiar los cimientos de Android. Y se copiaron más cosas. Pero desde sus inicios, Android tuvo copiar y pegar, notificaciones en la persiana,, menú compartir inteligente, multitarea "real", ajustes rápidos de energía en widgets. Más tarde llegaron las cards a las notificaciones, los toggles de energía, etc. Y iOS comenzó a adoptar muchas de estas funciones, tanto las obvias como las no obvias. Y más allá de acusar a Apple de copiar, me alegré, porque todo lo que quería en iOS lo iba teniendo. Con iOS 8 Apple resolvía por fin sus deudas. A estas alturas, a Google le quedan pocas en Android, más allá de las que vayan surgiendo. Pero hoy, y en los días que vienen, Google ha resulto las que le quedaban.
Durante años los usuarios no han comprendido que una aplicación de notas accediera al teléfono, o a los contactos. Pero lo peor no era eso, sino que no existía manera (sin root) de controlar los permisos, por lo que la privacidad estaba en peligro. Lo mejor de todo, la aplicación que quisiera podía localizarnos, y nosotros no teníamos ninguna herramienta para impedirlo. En Android 4.3 Google incluyó un modo oculto de control de permisos, App Ops, pero no llegó a ver la luz. El sistema de Android M es muy parecido al presente desde el principio en iOS, pero no importa, es necesario y lo aplaudo.
Como aplaudo la integración de Chrome con las aplicaciones a modo de navegador integrado (Custom Chrome Tabs) y los nuevos enlaces entre aplicaciones. Con lo primero se soluciona el incómodo paso de tener que cambiar entre apps cuando se desea consultar un enlace, por ejemplo en apps de mensajería. Con lo segundo, se hace un sistema más inteligente que genera que el usuario no se tenga que preocupar nunca más de las apps predeterminadas. A priori parecen pequeñas cosas sin trascendencia, pero ayudarán en el día a día haciendo todo automático.
También se ha mejorado el consumo de energía, algo que podemos tomarnos como Project Volta 2.0 y como la manera de solucionar un problema presente, y en muchos casos, incrementado en Lollipop. También se acusa a Google de copiar a Apple con Android Pay y su integración con el sensor de huella, y es verdad que se parece, pero Google apostó por Wallet y el NFC en 2011 y esta era la manera de mejorarlo. No se me ocurren muchas otras maneras de mejorar un sistema. Además de todo esto, Android M parece que también ganará la posibilidad de hacer copia de seguridad y restauración de datos de aplicaciones, y de nuevo, aplaudo, pues junto a los permisos, hablamos de feedback que los usuarios estaban enviando a Google desde hacía 5 años. ¿Cuánto tiempo llevábamos esperando la posibilidad de tener los mapas descargados para viajes?
Android M no me parece ni mucho menos revolucionario, pero puedo decir que, las poquitas cosas que trae, darán, en muchos sentidos, muchas más satisfacciones al usuario que los cambios visuales que vimos en Lollipop, al igual que ocurrió con Jelly Bean respecto a Ice Cream Sandwich. Android M cierra un círculo empezado años atras, y otro más reciente. Aún hay cosas que mejorar, pero ni a mí se me ocurren muchas más que añadir. Android M no es sobre cosas accesorias, es sobre necesidades puras. Es el Windows 7 de Microsoft. Un sistema llamado a gustar a todos.
Android M también deja claro que, como expliqué antes, iOS y Android se necesitan, y ya no pueden no sólo vivir separados, sino avanzar separados. Hemos llegado al punto en que la creatividad puede escasear, ante lo obvio de que el camino se ha allanado. Se copia en las dos direcciones, e indignarse por ello ya no tiene sentido. En mi caso, disfrutaré de dos sistemas que me apasionan, y cuyos usos pueden ser complementarios y casi infinitos.