Las baterías son una de las partes fundamentales de cualquier dispositivo electrónico. Son la fuente de energía gracias a la cual el resto de componentes internos pueden funcionar, por lo que un fallo en esta puede tener graves consecuencias en el resto del producto. Es por esto por lo que debemos prestarles atención y cuidar la batería de nuestros dispositivos, especialmente teniendo en cuenta su gran sensibilidad a diversos factores externos (como temperaturas, intensidades de corriente...).
Pero también es cierto que el cuidado de las baterías es algo que la gran mayoría de personas no tienen en consideración, bien porque desconocen esta necesidad o bien porque están confusos por los miles de consejos contradictorios que se han ido formando en los últimos años sobre este tema. No obstante, con estos simples consejos que os voy a indicar a continuación, cuidar la batería de tu smartphone, tablet o portátil será algo realmente sencillo, y, sin lugar a dudas, nuestra batería nos lo agradecerá eternamente.
Adiós a las cargas iniciales de 8 horas. Una creencia muy común (y que muchos vendedores de tecnología siguen comunicando a sus clientes tras la venta de un producto electrónico) es la necesidad de proporcionar una carga inicial de unas 8 horas a las baterías. Es un error. Con las baterías de litio, esa costumbre no solo es innecesaria, sino que perjudica (mínimamente, eso sí) a la salud de la batería. Así pues, nada de dar una carga inicial de 8 horas a nuestro gadget tras sacarlo de la caja.
No dejar conectado el cargador si ya se encuentra al 100% de carga. Probablemente todas las noches conecten su smartphone, tablet o portátil a la corriente eléctrica para cargar sus baterías. Es un hábito que un gran número de personas tienen. Pero, si deseamos cuidar la batería de nuestro gadget en cuestión, debemos deshacernos de este. Mantener el cargador conectado cuando la batería ya está al 100% de carga perjudica gravemente a la salud de la misma (obviamente, me refiero a hacerlo de forma continuada). En caso de que no podamos evitar dejar conectado nuestro dispositivo a la corriente eléctrica durante la noche, dejenlo apagado. Si se carga mientras está apagado, la batería no se resentirá tanto. No obstante, lo idóneo es desconectar el cargador cuando la carga sea máxima.
Evitar los porcentajes bajos de batería durante tiempos prolongados. Las baterías de litio adoran recibir carga y mantener electricidad, por lo que mantenerla en repetidas ocasiones a porcentajes bajos solo implicará una reducción de su vida útil y de su capacidad máxima. Lo recomendado es que nunca bajen del 5%-10% de carga.
No es necesario hacer ciclos completos de carga. Otra de las creencias populares dice que, para cuidar la batería de nuestro gadget, debemos hacer ciclos completos de carga. Es decir, esperar a que esta llegue a un porcentaje bajo y, en ese momento, conectarlo al cargador hasta que llegue al máximo de carga. Con las baterías de litio (que son las que incorporan el 99% de los gadgets de consumo), esto no es necesario. Podemos cargar desde el 20% hasta el 70%, por ejemplo, y esto no tendrá ningún impacto en la salud y en la vida útil de la batería.
Las calibraciones de batería son nuestras mejores amigas. La información que nos muestra nuestro dispositivo sobre la carga de la batería tiende a tener pequeñas variaciones con la realidad. Esas variaciones, con el tiempo, suelen aumentar, por lo que, cada cierto tiempo, es recomendable calibrar la batería de nuestro smartphone para que esos datos sigan siendo correctos y la autonomía que es capaz de proporcionar esa batería sea la mayor posible. ¿Cómo se hace? En la mayoría de casos, basta con descargar por completo la batería (hasta que el terminal se apague por completo) y conectar el cargador durante varias horas con el dispositivo apagado (hasta que esté cargado por completo) –no obstante, en función del dispositivo pueden haber pequeñas variaciones en este proceso–. Es cierto que este proceso se contradice con otros citados en este artículo, pero, como se suele decir, "una vez al año no hace daño", pues lo realmente perjudicial es hacerlo de forma continuada.
No todos los cargadores son iguales. Aunque los puertos se están estandarizando en una gran cantidad de productos –gracias, microUSB–, los transformadores que se conectan a la corriente eléctrica no siempre tienen las mismas características. Lo recomendable es utilizar transformadores similares al que se adjunta con el producto, pues estos proporcionarán los valores de intensidad y voltaje para los que el gadget en cuestión ha sido diseñado. Si, por ejemplo, el transformador de nuestro cargador es de 5V y 2A, debemos buscar utilizar uno con los mismos valores si queremos cuidar la batería y la circuitería interna de nuestro gadget.
Si no la vas a necesitar, retira la batería. Las baterías están pensadas para que nuestros gadgets puedan funcionar lejos de los enchufes. Pero, si no vamos a estar lejos de un enchufe, se recomienda retirar la batería de nuestro gadget y mantenerlo conectado a la corriente eléctrica –generalmente, solo los ordenadores portátiles permiten hacer esto–. De esta forma, no estaremos dando uso a la batería y esta se conservará mejor.
Si no vas a usar la batería durante un tiempo, mantenla al 40% de carga. Si sales de viaje durante un tiempo o, simplemente, vas a guardar tu gadget en el cajón, lo recomendable es que dejemos la batería con un 40% de carga aproximadamente. Ni al máximo, ni al mínimo. Lo idóneo es entre un 40% y un 60%. Por esta razón es por la que todos los dispositivos electrónicos, cuando los sacamos de la caja por primera vez, tienen aproximadamente esos porcentajes de carga.
La temperatura y la humedad, dos factores muy importantes. Las baterías son muy sensibles a las fuertes variaciones de temperatura y humedad en el ambiente, por lo que lo idóneo es que siempre las mantengamos en sus valores nominales, los cuales suelen venir indicados en la propia batería o en el manual de instrucciones. En principio no debemos preocuparnos por esto en nuestro día a día (salvo que vivamos en condiciones extremas de calor, frío o humedad), pero sí debemos evitar acciones como dejar nuestros gadgets expuestos a luz solar directa durante tiempos prolongados –muy habitual en verano, por cierto–.
Evitar las fuentes de energía inestables. Y con esto no me refiero a la corriente eléctrica como tal (pues suele ser estable, salvo fallos en la red eléctrica). Hablo fuentes de energía como baterías portátiles o cargadores solares. ¿Ven esa batería externa portátil ultrabarata con miles de mAh de capacidad que ha creado una marca totalmente desconocida? Aparentemente parece una buena idea, pero es muy probable que los componentes internos de dicha batería no puedan proporcionar una corriente eléctrica estable, algo que perjudica tanto a la batería del gadget como al resto de la circuitería interna del mismo. Así pues, eviten este tipo de fuentes o, al menos, asegurense de la calidad de las mismas.
Regular el consumo y el uso de la batería. Aunque parezca obvio, si reducimos el consumo de nuestro gadget (reduciendo el brillo, las conexiones que no empleamos y demás), la batería tardará más en agotarse y, con el paso del tiempo, la habremos cargado un menor número de veces. Este menor número de cargas, con el paso del tiempo, también implica una mayor vida útil, pues el desgaste de la batería es menor que si la estamos cargando y descargando constantemente.
Aunque a priori pueden parecer muchos consejos y difíciles de seguir, la realidad es que es realmente sencillo incorporarlos en nuestra rutina. Los primeros días, obviamente, nos costará un poco seguirlos, pero con el tiempo se convertirán en unos hábitos que nos agradecerán tanto nuestra batería como nuestro propio bolsillo.