Se suele decir que cuatro intelectuales decimonónicos destruyeron la idea de Dios, echándole de ámbitos que parecía que le habían correspondido hasta entonces. Tres de ellos son el inglés Charles Darwin, que, como el galés Alfred Russel Wallace de forma independiente, y la evolución biológica le dieron una buena patada en los cataplines al creacionismo […]