Los Nazis estaban emocionados por la excelente oportunidad que representaban los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Como ya lo había hecho Mussolini cuando la Copa Mundial de Fútbol se celebró en Italia un par de años atrás, Hitler estaba preparado para maravillar al mundo con los gloriosos espectáculos que su cruel régimen podía ofrecer. […]