"¿Ha pasado ya media hora?", recuerdo que le preguntaba a mi madre antes de correr al agua. Bajo la atenta mirada de mi abuela, nos bañábamos los primos tras una jornada playera. Porque el peligro estaba ahí: el corte de digestión podía sobrevenirte cuando menos lo espararas, sin previo aviso. La única manera de protegerte […]