En 1999, una persona en Vancouver, Canadá, contrajo una enfermedad poco frecuente, transmitida por un hongo cuyas esporas provocan una sintomatología similar a la de la neumonía, que en ciertas ocasiones puede empeorarse con la aparición de una menigoencefalitis potencialmente mortal. Hasta entonces, los únicos casos conocidos de infecciones por este patógeno, llamado Cryptococcus gattii, […]