Tras convertirse en una de las concursantes más polémicas de MasterChef 2021, Ofelia se ha mantenido como personaje público en redes sociales. En Instagram, por ejemplo, muestra muchos detalles de su día a día. También recetas, como es lógico. Pero lo malo es que aprovecha su gran altavoz para dar difusión a un sinfín de hábitos pseudocientíficos. El último ha sido un remedio casero para la desparasitación. Según ella, es necesario hacerlo regularmente para matar “millones de bichitos”, reducir los antojos de dulce y desinflamar. 

Si bien publicó el vídeo el pasado 22 de marzo, aún sigue circulando por redes sociales. En él, recomienda tomar una cucharada de aceite de coco con tres gotas de aceite de orégano. Debe hacerse cada mañana durante 3 días y, paralelamente, no consumir nada de lácteos ni cereales. Esto está mal por múltiples motivos.

El primero es que es un remedio casero peligroso por los ingredientes que contiene. Básicamente, es una mezcla de grasas saturadas y sustancias irritantes. Por otro lado, se señala que la desparasitación es algo necesario de forma cotidiana; cuando, en realidad, no hay nada más lejos de la realidad. Al menos en España. Finalmente, se demonizan el gluten y la lactosa en la población general. Nada tiene sentido, por lo que vamos a verlo paso a paso.

Ojo con los ingredientes de este remedio casero

El aceite de coco tiene un 92 % de grasas saturadas. Consumir una cucharada cada mañana es de todo menos saludable, pues básicamente consiste en introducir a nuestro organismo una bomba de las grasas menos saludables de las que podemos alimentarnos, sin ningún otro aporte nutricional.

Por otro lado, si bien el aceite de orégano goza de mucha fama en algunos ambientes, la evidencia científica de su eficacia es prácticamente nula. La mayoría de estudios que se han llevado a cabo se hicieron en cultivos de células o animales de laboratorio. Solo se han hecho unos pocos estudios en humanos con una cantidad muy baja de participantes. Además, los resultados no fueron especialmente concluyentes. Por lo tanto, escasean los motivos que apoyen su consumo.

Lo que sí se sabe es que es un aceite rico en timol, un compuesto irritante que puede dañar las mucosas digestivas, causando síntomas como náuseas, vómitos y dolores de estómago, entre otros. Se supone que esto ocurre a dosis elevadas, pero no hay ningún estudio que establezca una dosis clara, por lo que no se sabe muy bien cuáles son esa dosis elevadas.

Si hacemos una búsqueda en internet podemos ver que algunos nutricionistas y profesionales sanitarios recomiendan este tipo de remedios. Puede que no para una desparasitación, pero sí par desinflamar. El problema es que esos profesionales suelen llevar el apellido integrativo. Nutricionistas integrativos, médicos integrativos… Generalmente estas personas defienden todo tipo de terapias pseudocientíficas, por lo que no son la mejor fuente a la que recurrir.

pediatra africana
La OMS solo recomendó la desparasitación en algunos países. Crédito: Freepik

No, no necesitas una desparasitación

Muchas personas creen que la desparasitación regular es necesaria para toda la población. Suelen basarse en un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2017. En él, se defendían los beneficios de desparasitar a la población infantil y mujeres en edad fértil cada cierto tiempo, independientemente de si tienen síntomas de portar parásitos o no.

Lo que obvian estas personas es que la OMS hablaba de los lugares en los que los gusanos parásitos, generalmente los conocidos como helmintos, son endémicos. Estos son, por ejemplo, Brasil, Colombia, México, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Perú y República Dominicana. También África Subsahariana, China, Camboya, India y Asia Oriental. 

En esos países, la parasitosis por este tipo de gusanos intestinales es muy frecuente, especialmente en niños. Los casos a veces son tan graves como para producir la muerte por desnutrición. En otros países pueden darse parasitosis puntuales, pero nunca con la misma frecuencia. Por eso, la desparasitación periódica no sería recomendable. De hecho, algunos estudios apuntan a que ni siquiera aporta grandes beneficios en lugares donde los parásitos sí son endémicos.

Por otro lado, si se recurre a la desparasitación lo ideal es hacerlo con control médico y mediante fármacos. Un remedio casero a base de aceite de coco y de orégano no traería ningún tipo de beneficio.

¿Qué culpa tendrán los lácteos y el gluten, Ofelia?

Ofelia habla en su vídeo sobre combinar el remedio casero con la eliminación de la dieta de cualquier tipo de cereal o lácteo. Esto, posiblemente, se debe a la creencia que ella ya ha defendido otras veces de que el gluten y la lactosa son compuestos inflamatorios cuyo consumo es desaconsejable. Y es cierto que lo es. Pero solo para personas celíacas e intolerantes a la lactosa. 

El azúcar y las grasas saturadas (como las del aceite de coco), por ejemplo, sí que son verdaderos ingredientes inflamatorios. Siempre se puede buscar una dieta menos inflamatoria y obtener con ella muchos beneficios. Pero la solución no está en demonizar alimentos y tomar un remedio casero sin la más mínima evidencia científica. Tampoco es aconsejable intentar combatir enfermedades que no tenemos. Ni atacar parásitos imaginarios ni matar a todos los “bichitos” de nuestro cuerpo. Y es que, si por “bichitos” entendemos también cualquier microorganismo, como hacen algunos defensores del aceite de coco como remedio casero, deberíamos recordar que muchos de esos bichitos nos mantienen con vida. Ofelia es una gran cocinera; pero, si quieres consejos de salud, lo mejor será que no la sigas a ella.