Detectar los síntomas tempranos de alzhéimer es muy importante para trabajar cuanto antes con los pacientes. Es cierto que no existe una cura. Sin embargo, si se detecta a tiempo se puede recurrir a ciertas medidas para ralentizar el desarrollo de la enfermedad. Además, es posible inscribir a dichos pacientes en ensayos clínicos para probar posibles tratamientos que, si no curan, al menos podrían ralentizar todavía más los síntomas. Hay varios de esos síntomas tempranos, pero uno que a veces se nos olvida es la pérdida del olfato.

Una persona que está empezando a experimentar los cambios cerebrales asociados al alzhéimer puede tener problemas para identificar el olor de un plato que siempre cocina, el gel de baño con el que normalmente se ducha o las flores que cada primavera adornar su jardín. Es cierto que la pérdida de olfato se puede dar por otros motivos. Lo vimos bien con la COVID-19. No obstante, si no se ha dado ninguna infección previa y estas dificultades persisten, vale la pena consultar a un médico, sobre todo en personas mayores.

Este es de esos síntomas tempranos de alzhéimer que pueden pasar desapercibidos, pero es importante que no lo hagan. Sobre todo es llamativo cuando ese olor que cuesta tanto identificar es muy cotidiano para la persona. Es la razón por la que la cocina y el baño son dos lugares en los que puede detectarse; aunque, en realidad, vale cualquier sitio, lógicamente.

¿Por qué la pérdida de olfato puede ser uno de los síntomas tempranos del alzhéimer?

El bulbo olfatorio es la región cerebral que se encarga de procesar las señales sensoriales relacionadas con el olfato. Se encuentra cerca del sistema límbico, un área cerebral relacionada con el procesamiento de la memoria y las emociones. De hecho, ese es el motivo por el que los olores son tan evocadores. Pueden traernos todo tipo de recuerdos y, a la vez, asociarlos a emociones muy intensas. Que se lo digan a Proust y su magdalena mojada en té. Solo con olerla unos segundos ya le evocaba toda su infancia.

Todos sabemos bien que la pérdida de memoria es uno de los síntomas más claros de la demencia. Este no suele pasar desapercibido, sobre todo a medida que se intensifica. Pero a veces puede tardar en aparecer. En cambio, hay síntomas tempranos del alzhéimer que en cierto modo están relacionados cerebralmente y pueden detectarse muchísimo antes.

pérdida de olfato
La pérdida del olfato puede ser un síntoma temprano al que prestar atención. Crédito: Freepik.

También ocurre con otras enfermedades neurodegenerativas

Hay multitud de estudios que señalan esta relación entre la pérdida del olfato y la enfermedad de alzhéimer. Pero no es la única afección que se asocia a este síntoma. Otras enfermedades neurodegenerativas también se asocian a la pérdida parcial o completa de este sentido.

Incluso hay estudios que asocian la pérdida de olfato en personas mayores a un mayor riesgo de muerte. Uno de esos estudios, publicado en 2014, consideró este síntoma como un indicador del riesgo de muerte más eficiente incluso que el diagnóstico de insuficiencia cardíaca, cáncer o enfermedad pulmonar.

En definitiva, si una persona mayor experimenta la pérdida del olfato y no es algo puntual, es muy importante estudiar el caso. Quizás no sea nada grave, pero vale más prevenir que curar.