Fue el pasado viernes, pero es público hoy: el mismo día que Glovo anuncia la contratación de todos los riders, Just Eat confirma que ha demandado a la compañía de Óscar Pierre por competencia desleal y le reclama más de 295 millones de euros en daños. Es una respuesta directa a las nuevas intenciones de Glovo de replantear su modelo de negocio. Un modelo de negocio que, por cierto, Just Eat cambió diametralmente con la puesta en marcha de la Ley Rider tras la que contrató a todos sus repartidores.

Todo está relacionado en el mismo sentido: la contratación de los repartidores. Por su parte, Just Eat argumenta que Glovo tuvo una ventaja competitiva al no hacer fijos a sus repartidores (como sí hizo just Eat) y realizar su actividad a través de falsos autónomos, de forma que estima que Glovo se ha ahorrado más 600 millones de euros a través de la contratación fraudulenta de repartidores. Y, por tanto, ha operado en el mismo mercado que Just Eat pero con reglas diferentes.

Anuncia la demanda, precisamente, el mismo día que Óscar Pierre tendrá que declarar ante los tribunales por el modelo de riders de Glovo, el mismo al que ha anuncio hoy que pondrá fin con la contratación de todos los riders que operan bajo su marca. El CEO de Glovo está llamado a declarar por un juzgado de Barcelona que investiga el modelo laboral de la compañía, sobre el que la Fiscalía sostiene que  "menoscaba y suprime los derechos de los trabajadores", al estar operando bajo la figura de los falsos autónomos.

Just Eat considera que los falsos autónomos de Glovo suponen una clara situación de desventaja competitiva

Just Eat va en la misma línea, aunque apuntado cómo ha afectado al mercado que Glovo opere en condiciones diferentes a los de Takeaway, lo que les ha puesto en una situación de vulnerabilidad en el mercado desde el momento en que Just Eat cumplió con los términos de la Ley Rider y Glovo no. Según el comunicado de Just Eat:

“Numerosas sentencias han condenado a Glovo por contratar a repartidores como falsos autónomos y vulnerar la normativa de Derecho Laboral. Esto sitúa a Just Eat España en una clara situación de desventaja competitiva, ya que Just Eat España, tal y como exige la ley, sí contrata a los repartidores por cuenta ajena, incurriendo en elevados costes adicionales”.

Ahora está por ver el recorrido judicial de esta demanda, y como contrastará con el proceso judicial abierto en Barcelona contra Glovo, lo que sí está claro es que todavía quedan muchos titulares en el futuro inmediato de la compañía, con consecuencias imprevistas para todo el mercado de Delivery en España.