Los seres humanos tenemos dos juegos de dientes. Nacemos sin ninguno, pero poco a poco nos empiezan a crecer los conocidos como dientes de leche. Estos pequeños dientes pasan con nosotros nuestros primeros años de vida, pero alrededor de los 6 años de edad empiezan a caerse naturalmente para dejar hueco a los dientes definitivos. Debemos esforzarnos mucho en cuidar estos nuevos dientes, pues ya no hay más. Si se caen, el hueco será algo permanente, salvo que decidamos ponernos una prótesis. Eso es lo único que podemos hacer hasta ahora. ¿Pero y si existiera un fármaco que hiciese crecer dientes nuevos?

Lógicamente, los dientes no pueden crecer de la nada. Sin embargo, parece ser que los humanos disponemos del germen para el nacimiento de un tercer juego de dientes. Este se encuentra bloqueado; pero, si se diese con una forma de desbloquearlo, podríamos darle una nueva oportunidad a nuestra sonrisa.

Esta es la premisa en la que se basa el fármaco para hacer crecer los dientes que actualmente se encuentra en plenos ensayos clínicos con humanos. Lo ha desarrollado un equipo de científicos japoneses, aunque no son los únicos que se encuentran detrás de la pista de este tercer juego de dientes. De momento solo han comprobado la seguridad del fármaco, pero tienen muchas expectativas puestas en su éxito, por lo que confían en que pueda estar disponible para 2030. Teniendo en cuenta lo que normalmente tarda en poder lanzarse un nuevo medicamento, es una fecha de lo más optimista y, ¿por qué no?, esperanzadora.

Las claves del fármaco para hacer crecer los dientes

Este fármaco para hacer crecer los dientes se basa en estudios de laboratorio realizados con hurones y ratones. Se ha visto que, en ambos, si se bloquea una proteína llamada USAG-1, se desbloquea el crecimiento del tercer juego de dientes. En estos animales, al contrario de lo que ocurre en los reptiles, por ejemplo, el mecanismo de crecimiento de los dientes es muy similar al de los humanos. Por eso, es esperable que ocurra lo mismo en humanos.

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El estudio se ha realizado en ratones y ahora se han empezado ensayos clínicos en humanos. Foto por Sandy Millar en Unsplash

El bloqueo se lleva a cabo con anticuerpos diseñados para unirse específicamente a esta proteína. Actúan de una forma similar a como lo harían en el sistema inmunitario cuando se unen específicamente a algún agente extraño, infeccioso o no. Se unen a la proteína y, en este caso, se pone en marcha un mecanismo para bloquearla.

La parte positiva es que el anticuerpo puede inyectarse justo en el lugar en el que debe causar efecto, por lo que se puede administrar en la encía justo donde es necesario que crezca un nuevo diente.

¿Qué pasa en humanos?

Podría esperarse que este fármaco para hacer crecer los dientes sea efectivo en humanos por los motivos antes mencionados. Sin embargo, incluso con el parecido que tenemos en muchas cuestiones a los ratones, lo que funciona en ellos no siempre es extrapolable a nosotros. Por eso se ha puesto en marcha este ensayo clínico cuya primera fase está dirigida a comprobar su seguridad.

Se espera que sí sea seguro, ya que el anticuerpo que se utiliza es muy similar a otro que se emplea ya en humanos para tratar la osteoporosis. No obstante, es importante esperar los resultados con cautela.

¿Quiénes se verían beneficiados por este fármaco para hacer crecer los dientes?

Se calcula que un 0,1% de la población experimenta la ausencia de seis o más dientes desde el nacimiento. Nunca llegan a crecer. Esto, lógicamente, causa muchos problemas en la masticación, pero también tiene consecuencias estéticas que pueden afectar a la autoestima. Cuando son niños no es tan raro, pero en la adolescencia muchos afectados llevan continuamente mascarilla para que no se les vea. Estos pacientes serían el objetivo principal del fármaco para hacer crecer los dientes. 

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El fármaco está dirigido sobre todo a niños a los que nunca les llegan a crecer los dientes de leche. Crédito: Freepik

No obstante, dado que la mayoría son niños, porque de adultos ya se ponen implantes, ninguno ha participado en esta primera fase dirigida al análisis de la seguridad del medicamento. En ella se han incluido personas adultas que han perdido alguna de sus piezas dentales. 

Tendremos que esperar a conocer los resultados. Si todo va bien, quizás en 2030 ya haya niños inyectándose este prometedor medicamento en sus encías.