La característica voz ronca de Fernando Simón se convirtió en un soniquete habitual de nuestras televisiones durante la pandemia de coronavirus. Cada día, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad daba una rueda de prensa para comunicar a los españoles la situación de la pandemia. Llevábamos unos años sin saber gran cosa sobre él. Sin embargo, el nombre del epidemiólogo vuelve a sonar durante estos días en los medios de comunicación, pues su Centro será el encargado de coordinar cualquier brote infeccioso que pudiese surgir por las inundaciones de la DANA de Valencia.
Durante la pandemia fue un personaje muy polémico. Mientras que muchas personas le veneraban, e incluso tenían camisetas o tazas con su cara, otras muchas lo criticaban por no haber sabido predecir lo que ocurriría. Habló de que en España la pandemia, como mucho, produciría unos pocos casos aislados. Pero la realidad es que no se podía saber lo que ocurriría.
Hizo un llamamiento a la calma mencionando la situación en ese momento concreto, en el que el virus aún no se había extendido demasiado. Con las pandemias pasa como con los fenómenos meteorológicos. Se deben seguir día a día, porque a largo plazo son impredecibles. Por lo tanto, no cometió un error que otras personas no habrían cometido. Y sí que demostró que es un buen epidemiólogo. Por eso sigue siendo el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) cuyo papel tras la DANA vuelve a ser indispensable.
¿Por qué necesitamos a Fernando Simón?
Ya hemos visto que, tras las inundaciones por la DANA de Valencia, pueden haber proliferado muchos patógenos en el agua. Por eso, es esperable que vayan surgiendo casos de enfermedades como la leptospirosis, la legionelosis, la hepatitis A o un gran número de enfermedades gastrointestinales. También es posible que se produzcan casos de tétanos por la infección de heridas durante las maniobras de limpieza.
La parte positiva es que la inmensa mayoría de estas enfermedades no se contagian entre humanos. Algunas sí pueden hacerlo, pero es muy raro que ocurra. Aun así, es necesario hacer un seguimiento de la situación para garantizar que no surge ninguna epidemia y, en caso de que la haya, cortarla de raíz antes de que se extienda.
Ese es el papel del CCAES. Esta vez, dado que en realidad no hay ninguna epidemia detectada, no veremos a Fernando Simón cada día en televisión. Sin embargo, aunque no veamos directamente su trabajo, él y su equipo estarán muy pendientes de lo que suceda en Valencia.
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(Wikimedia Commons)
No será la cara visible
A pesar de que Fernando Simón sigue siendo el director del CCAES y de que muy posiblemente participe en las medidas de seguimiento, la persona que se ha desplazado a Valencia como directora del CCAES para hacer las primeras indagaciones ha sido María José Sierra.
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Puede que su nombre nos suene porque precisamente fue quien sustituyó a Fernando Simón en las ruedas de prensa de la pandemia cuando él mismo contrajo la COVID-19.
Esta vez sabemos que Fernando Simón está de baja desde antes de que se produjese la DANA de Valencia. Por eso, las funciones de directora del centro las lleva Sierra.
Ambos han mostrado ser buenos epidemiólogos y, a buen seguro, el trabajo de su equipo será esencial para que no haya que temer más complicaciones tras las terribles inundaciones sufridas en tantos pueblos de Valencia.