En 2003, el historiador sevillano Marcial Castro se puso en contacto con el equipo de científicos forenses de José Antonio Lorente, de la Universidad de Granada. Su objetivo era que le ayudase a determinar si los huesos enterrados en la Catedral de Sevilla como pertenecientes a Cristóbal Colón lo eran en realidad. Y, si así era, discernir su procedencia, ya que este es uno de los mayores misterios de la historia.
Más de 20 años después, la respuesta a las dos preguntas la podremos ver en un documental emitido por RTVE el próximo sábado, 12 de octubre. Pero, en realidad, solo una de las respuestas será una sorpresa. Los investigadores no han contado nada de sus pesquisas sobre el origen de Cristóbal Colón. Sin embargo, sí que han hablado sobre su enterramiento, ya que esto hace tiempo que se dio a conocer.
Sabemos que, efectivamente, los huesos son del llamado descubridor de América. Sin embargo, en la tumba solo había alrededor del 30% de su esqueleto. El lugar en el que se encuentra el resto sigue siendo un misterio. Al menos de momento.
Pesquisas para encontrar a Cristóbal Colón
Las ciencias forenses pueden identificar unos restos mediante la comparación de su ADN con el de sus familiares identificados. En el caso de Cristóbal Colón, se recurrió a los huesos de su hijo Hernando, cuya tumba, también en la catedral de Sevilla, no dejó nunca lugar a dudas. Pero, para confirmar, también se comparó el ADN con el de su hermano Diego, enterrado en la Cartuja de Sevilla.
Según explicó Lorente en un artículo publicado por Medicina Balear, en ciencias forenses se tienen en cuenta tres tipos de ADN. Para empezar nos encontramos con el ADN autosómico. Este se encuentra en los 22 pares de cromosomas que no son sexuales. Es decir, en todos menos el X y el Y. Supone alrededor del 98% del ADN del núcleo y es diferente en todas las personas, a excepción de los gemelos. Por lo tanto, es una herramienta muy buena de identificación cuando conocemos el perfil genético de una persona.
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En cambio, cuando analizamos los parentescos, los otros dos también pueden ser muy útiles. Por un lado se encuentra el ADN del cromosoma Y. Este es el cromosoma sexual masculino, por lo que su ADN pasa al completo de padres e hijos. Puede ayudar a identificar a todos los varones de una línea paterna. Y por otro lado tenemos el ADN mitocondrial. Este no se encuentra en el núcleo, sino en las mitocondrias, que son los orgánulos en los que se lleva a cabo la respiración celular. En ellos hay muchas copias de ADN, por lo que es muy útil para reconocer muestras muy antiguas o dañadas. Si una copia se ha degradado, probablemente habrá más que se hayan salvado. En este caso, la transferencia es por línea materna. Por eso, con el cromosoma Y y las mitocondrias tenemos las dos líneas cubiertas.
Los huesos de la posible tumba de Cristóbal Colón eran muy antiguos y estaban mal conservados. Lo mismo ocurre con los de su hermano Diego. Por suerte, como ya hemos visto que suele pasar, se pudo rescatar su ADN mitocondrial. Dado que ambos tenían la misma madre, sería una buena muestra para analizar. Y así fue. Se pudo comprobar que, efectivamente, eran hermanos. Además, para confirmar, se analizó lo poco rescatable de los otros dos tipos de ADN de sus huesos y los de su hijo y también se pudo confirmar el parentesco.
¿Por qué ahora?
El artículo de Lorente en el que explica los métodos de análisis es de 2007. Ya en ese momento se sabía que, con gran probabilidad, los huesos de la Catedral de Sevilla eran de Cristóbal Colón.
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Sin embargo, la noticia está corriendo por los medios ahora por dos motivos. Por un lado, porque será una de las temáticas principales del documental del sábado. Y, por otro, porque en todo este tiempo otros grupos de investigación han podido reproducir sus resultados, algo esencial en ciencia. El equipo de antropología forense de Miguel Botella, también de la Universidad de Granada, ha realizado un análisis antropométrico y otros laboratorios de ciencias forenses han confirmado el análisis de ADN.
Sí, los huesos de la catedral son de Cristóbal Colón. Pero sigue habiendo más preguntas.
Otras preguntas sobre Cristóbal Colón
La primera gran pregunta que nos surge tras llegar a estos resultados, cuya reproducibilidad se publicará próximamente, es dónde se encuentra el resto del esqueleto. Lorente sospecha que podría estar en República Dominicana. Sin embargo, aún no se ha podido confirmar.
La otra cuestión es el origen de Cristóbal Colón. Muchos países han reclamado ser su lugar de nacimiento. Desde Italia hasta Suecia pasando por Noruega, Portugal, Francia, Inglaterra, Escocia, Hungría, Irlanda, Croacia y España. Además, dentro de nuestro país se habla de que podría ser mallorquín, gallego, castellano, catalán, valenciano o navarro. Incluso podría ser sefardí.
Muchas de estas hipótesis se han descartado ya, pero sigue habiendo varias con mucha fuerza. Una de ellas es la que dice que Cristóbal Colón nació en la localidad de Felanitx, en Mallorca, y que era hijo de don Carlos de Evreux, Principe de Viana. El cuerpo del posible progenitor se encuentra en el Monasterio de Poblet, en Tarragona, y los científicos forenses también han accedido a él.
No sabemos si encontraron coincidencias con este o con cualquiera del resto de candidatos a progenitores. También está muy arraigada la hipótesis de que Cristóbal Colón fuese genovés. Italia tampoco querrá renunciar a haber sido la cuna del famoso descubridor.
Pero pronto lo sabremos. Este sábado, posiblemente se hagan públicos nuevos datos.
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