El Atlético de Madrid ya está en Lisboa para jugar contra el Benfica su segundo partido de Champions League. Entre todos los jugadores, destaca la ausencia de uno: Robin Le Normand. El defensa francés no jugará este ni posiblemente los siguientes partidos a causa del hematoma subdural resultante del traumatismo craneoencefálico que sufrió en el partido contra el Real Madrid, el pasado domingo, 29 de septiembre.

Un hematoma subdural sin supervisión puede tener consecuencias mortales. Por eso, lógicamente, los médicos del club han instado al jugador a reposar durante el tiempo que tarde el hematoma en reabsorberse. Es un duro golpe para el equipo de Simeone, que pierde a uno de sus jugadores estrella. No obstante, la salud es lo primero. Por eso no ha viajado a Lisboa.

Ahora bien, dejando a un lado la cuestiones futbolísticas, ¿qué es exactamente un hematoma subdural? ¿Hasta qué punto es peligroso? Esto es lo que debemos saber al respecto.

Hematoma subdural, una lesión habitual entre futbolistas

El hematoma subdural de Robin Le Normand se formó durante un golpe en la cabeza en los últimos minutos del derbi madrileño. No es raro que este tipo de lesiones se den entre futbolistas, pues el traumatismo craneoencefálico es habitual en este deporte. Obviamente, no tanto como en el rugby o la lucha libre. Pero es frecuente.

Este hematoma se forma cuando un golpe muy intenso en el cráneo provoca la rotura de muchos vasos sanguíneos en la zona. Como consecuencia, la sangre que emana de ellos puede acumularse bajo la duramadre, una capa externa de tejido fuerte que cubre y protege tanto el cerebro como la médula espinal. Por lo tanto, se sitúa entre el cerebro y el cráneo.

hematoma subdural
Hemorragia subdural causada por trauma. Wikimedia Commons

Cuando la sangre se acumula bajo la duramadre, se forma un hematoma subdural, que puede comprometer la seguridad del cerebro. En caso de que se produzca por un traumatismo craneoencefálico, como en el caso de Robin Le Normand, suele formarse un hematoma subdural agudo. Este es el más grave y se detecta muy pocos días después de la lesión. En cambio, también existe el hematoma subdural crónico, que se puede originar por un coágulo, sin golpes. Este avanza mucho más despacio. Se suele detectar más de tres semanas después de su aparición, y a veces ocasiona muy pocos síntomas. De hecho, en algunos casos se detecta en un TAC que se ha realizado por otra causa. La evolución suele ser mejor que en el agudo, aunque también es más habitual en pacientes mayores, que pueden tener otras patologías que compliquen igualmente la situación.

¿Qué debe hacer ahora Le Normand?

El tratamiento del hematoma subdural depende de la gravedad del mismo. A veces es necesario drenar la sangre, otras hay que recurrir a cirugía, y en algunas ocasiones basta con recurrir a fármacos diuréticos.

La mayor complicación que puede darse es la hernia cerebral. Es decir, una presión tan intensa sobre el cerebro que es capaz de causar un coma y la muerte. Para que eso no suceda, sea cual sea el tratamiento que se haya realizado, es importante realizar un seguimiento del hematoma y no hacer esfuerzos. Esas son las pautas que está siguiendo Le Normand.

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Los hematomas crónicos tienen mejor evolución que los agudos y se suelen dar en personas mayores. Crédito: Johnny Cogen (Unsplash)

Además, el hematoma subdural puede causar mucha debilidad, por lo que tampoco estaría en plenas facultades para jugar. Lo mejor es que se recupere y entonces vuelva al campo de forma segura y con todo su potencial. No parece que su caso sea grave. Todo está bajo control, pero hay que extremar las precauciones.