Marcos Llorente lo ha vuelto a hacer. Si el jugador del Atlético Madrid ya fue noticia por promocionar una cama antiradiación sin ningún tipo de evidencia científica, ahora vuelve a la carga con unas peligrosas declaraciones sobre la exposición al sol. Actualmente se encuentra de vacaciones en Hawái, por lo que ha subido algunas fotos en su Instagram en las que se ve disfrutando de las playas locales. Hasta aquí todo normal: el postureo típico de esta red social. El problema es que al describir su día hace hincapié en que suele tomar el sol sin protección. Ni crema solar ni gafas. 

Lógicamente, ante esas declaraciones, las redes sociales llevan varios días echando fuego. El futbolista tiene más de 2 millones de seguidores en instagram. 2 millones de personas que le admiran y que podrían pensar que lo que dice es realmente beneficioso. Sin embargo, tomar el sol sin protección es una irresponsabilidad que puede poner en peligro la salud de quien lo imite. Exactamente igual que se la está poniendo él. Porque sí, por muy saludable que se vea y que posiblemente se sienta, el daño del sol no da la cara inmediatamente. Puede aparecer muchos años después.

Quizás no llegue a tener cáncer de piel nunca. Ojalá no lo tenga, por supuesto. Pero quizás algunas de las personas que sigan sus consejos sí lo hagan. Y el problema no es solo ese. También nos encontramos con el hecho de que muchísimas personas han salido a defenderlo con argumentos disfrazados de rigor científico. Un rigor que, en cuanto se escarba un poco, brilla por su ausencia. Veamos cómo se desmienten todos y cada uno de esos argumentos. 

¿Por qué nos ponemos morenos?

Antes de hablar de las irregularidades de Marcos Llorente al tomar el sol sin protección, es importante comprender por qué nos ponemos morenos.

El Sol emite tres tipos de radiación ultravioleta: UVA, UVB y UVC. La última no la vamos a tener en cuenta, pues afortunadamente la bloquea completamente la capa de ozono. En cambio, la UVA y la UVB sí que llegan hasta nosotros. Ambas pueden causar daños en el ADN. No obstante, los rayos UVA son menos energéticos que los UVB, por lo que esos daños son más leves y, normalmente, no van más allá del envejecimiento celular. Algo que, por supuesto, también queremos prevenir.

píldoras bronceadoras
No hay un bronceado saludable. Crédito: Salvador Martín Yeste (Unsplash)

Las radiaciones mayormente involucradas en las quemaduras, el bronceado y el cáncer de piel son las UVB. Cuando estas inciden sobre nuestra piel, pueden dañar el ADN de las células, dando lugar a varios procesos. Por un lado, se activa el sistema inmunitario, que envía un batallón defensivo a la zona dañada para eliminar las células en mal estado. Esto produce la típica respuesta inflamatoria que vemos cuando nos quemamos. Por otro lado, unas células llamadas melanocitos comienzan a producir melanina. Este es un pigmento muy oscuro, capaz de absorber la radiación solar, de manera que actúa como escudo para evitar que la radiación siga calando hacia las células.

Desgraciadamente, no es un escudo muy potente, por lo que llega un momento en el que la radiación sigue calando y dañando el ADN. De este modo, se pueden alterar genes involucrados en la reparación de daños y el control de la división celular, de manera que, con el tiempo, las células empiezan a dividirse de forma descontrolada. Así es como se produce el cáncer.

Recapitulemos. Las radiaciones UVA y, sobre todo, las UVB dañan el ADN de las células de la piel. Esto provoca quemaduras y, con el tiempo, la posibilidad de que aparezca un cáncer. Los melanocitos intentan proteger las células mediante la producción de melanina, responsable de que nos bronceemos. No obstante, es un proceso muy ineficiente. Según la FDA de Estados Unidos, el SPF que aporta la melanina es aproximadamente de 4, muy por debajo del mínimo que contienen las cremas solares. 

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El SPF de la melanina es más bajo que el mínimo de las cremas solares. Crédito: Rethaferguson (Pexels)

En definitiva, al tomar el sol sin protección, nos ponemos morenos básicamente porque nuestro cuerpo está luchando contra un mecanismo que en muchos casos terminará por producir cáncer. La guerra suelen ganarla las radiaciones, por lo que no hay un bronceado saludable. Si nos ponemos morenos es porque hay una lucha encarnizada bajo nuestra piel. 

Tomar el sol sin protección es peligroso

La protección solar actúa como una barrera para las radiaciones UV mucho más eficiente que la melanina que se produce como respuesta a la exposición. Por lo tanto, al tomar el sol sin protección no logramos detener ese mecanismo tan peligroso.

Esto, lógicamente, dependerá de las horas a las que tomemos el Sol. Las horas centrales del día son más peligrosas, porque el Sol está más alto y las radiaciones ultravioleta nos llegan con más intensidad. Se suele recomendar evitar la exposición de 12 a 17, aunque cada institución varía un poco esa recomendación. De cualquier modo, todas las recomendaciones incluyen en su centro las 13-14 horas. En su publicación de Instagram, Marcos Llorente señaló que suele tomar el Sol sin protección de 10 a 14. Por lo tanto, se incluyen las horas más peligrosas. Muchos de sus defensores señalan que hay que tomar el Sol con cabeza y evitar las horas de mayor riesgo. Entonces, él no lo está haciendo con cabeza.

Tomar el sol sin protección es bueno

Sí, sí, no se trata de un error. Este titular es exactamente el mismo que el anterior. Tomar el sol sin protección puede ser peligroso o saludable, todo depende del tiempo de exposición.

Los defensores de Marcos Llorente y del hecho de que el Sol no produce cáncer recuerdan que las radiaciones del astro rey son esenciales para sintetizar vitamina D. Están en lo cierto. Esta vitamina es muy necesaria para nuestros huesos, pero también para otras muchas funciones vitales de nuestro organismo. Incluso se ha visto que su déficit se asocia con la aparición de algunos tipos de cáncer, como el de mama.  Se puede obtener a través de la dieta, con pescados como los arenques, las sardinas o el bonito, quesos o huevos, entre otros alimentos. Pero eso no suele ser suficiente. También es necesario obtenerla mediante la exposición al sol.

sardinas
Algunos alimentos, como las sardinas, también aportan vitamina D. Crédito: Alex Teixeira (Unsplash)

En nuestra piel hay una sustancia llamada 7-dihidrocolesterol que, bajo el efecto de las radiaciones UV, se transforma en provitamina D3. Después, esta termina de activarse para dar lugar a vitamina D funcional. Si usamos protección solar, esta bloquea las radiaciones UV, de manera que no puede sintetizarse vitamina D por esa vía. ¿En qué quedamos entonces? ¿Qué hay que hacer?

La clave está en exponernos lo justo y necesario. Numerosos estudios demuestran que basta con tomar el sol sin protección entre 5 y 30 minutos al día. La cifra se reduce sobre todo en los meses de verano, cuando las radiaciones son tan intensas que basta con un poquito. Si salimos a tender la ropa a la azotea con los brazos y las piernas al descubierto, damos un paseo corto por la mañana o montamos en bici un rato, tendremos una exposición solar más que suficiente.

Tomar el Sol sin protección durante horas solo tiene riesgos. La cantidad de vitamina D que se pueda obtener no los compensa. 

¿Entonces por qué hay una epidemia de personas con la vitamina D baja?

Los defensores de Marcos Llorente y de tomar el sol sin protección señalan que últimamente hay muchísimos casos de personas con la vitamina D baja. Incluso lo califican de epidemia.

Muestras sangre
Los límites que se marcan en las analíticas podrían ser incompletos. Foto por National Cancer Institute en Unsplash

Esto es cierto, pero hay un detalle que se debe tener en cuenta. Vamos a verlo con el caso de España. Normalmente, los laboratorios establecen como límite en las analíticas una concentración de vitamina D de 20 ng/ml. Sin embargo, un estudio reciente señala que con una dosis de 12 ng/ml tenemos vitamina D más que suficiente para todas las funciones del organismo en las que se requiere. Por lo tanto, no es que haya muchas personas con carencia de esta vitamina. Es que se están diagnosticando con límites incorrectos. 

Vale, ¿pero por qué antes nadie tenía cáncer de piel?

He aquí el argumento definitivo de quienes defienden la necesidad de tomar el sol sin producción. Llevamos millones de años expuestos al sol. ¿Por qué no había cáncer antes?

Bien, aquí se pueden dar muchos argumentos. El primero es que, como ya hemos visto, el cáncer de piel no aparece al día siguiente de tomar el sol sin protección. Suele aparecer mucho tiempo después, sobre todo si ha habido acumulación de daños. Dado que hoy en día tenemos una esperanza de vida mucho más alta que hace cientos y, por supuesto, miles de años, es normal que se detecten más casos.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que existen varios tipos de cáncer de piel. Uno de los más agresivos es el melanoma. Pero también hay otros tipos de los que no se habla tanto. El melanoma se llama así porque afecta a los melanocitos, mientras que los demás afectan a otros tipos de células de la piel, como los queratinocitos. Se suele decir que el melanoma es el más agresivo, porque es el que más capacidad tiene de producir metástasis. 

melanoma
Antes no se prestaba tanta atención a un posible melanoma. Crédito: National Cancer Institute (Wikimedia)

Este es un dato que debemos tener en cuenta en conjunto con otro: en el pasado el melanoma tardaba mucho en diagnosticarse. Una media de entre 7 y 10 años. Hoy en día los métodos de diagnóstico son mucho mejores. Puede que en el pasado tardase en diagnosticarse o directamente no se diagnosticase, por ser poco conocido. Pero finalmente acabaría provocando una metástasis que sería la causante de la muerte. Nadie pensó que esas personas morirían por el sol, pero lo cierto es que, básicamente, esa fue la razón que lo impulsó todo.

No te olvides del agujero de la capa de ozono

Es cierto que no podemos culpar de todo al agujero de la capa de ozono. Pero también es verdad que en los países nórdicos, más cercanos a dicho agujero, se ha experimentado un aumento de los casos de cáncer asociado a la disminución de ozono. 

Concretamente, en un estudio realizado en Noruego se vio que una reducción de ozono del 10% conducía a un aumento del 16%-18% de casos de carcinoma de células escamosas, un 19% en el melanoma en hombres y un 32% en el melanoma en mujeres. 

Agujero en la capa de ozono
El agujero de la capa de ozono también puede propiciar el cáncer de piel. Credit: NASA.

Ya, pero es que la gente toma el sol sin protección y sin cabeza

Tomar el sol sin protección no es tomar el sol con cabeza, lo mires por donde lo mires. Muchas de estas personas argumentan en favor de Marcos Llorente que alguien que se expone poco a poco al Sol, sin llegar a quemarse, nunca contraerá cáncer. Pero eso no es cierto. Quizás no tenga un melanoma. Pero sí otros tipos de cáncer

Se ha visto que el melanoma es el que resulta de las quemaduras, mientras que el resto de tipos de cáncer de piel son más habituales por la exposición crónica al sol, sin quemaduras. A veces son aún más difíciles de diagnosticar, por lo que llegan a una detección tardía y una mayor mortalidad. Por eso, tomar el sol sin protección también es peligroso para ellos.

Marcos Llorente debería usar gafas de sol

En su publicación, Marcos Llorente señala que suele tomar el sol sin protección solar y sin gafas. Al parecer, opina que tampoco hay riesgo para los ojos.

elegir gafas de Sol
Las gafas de sol previenen afecciones como las cataratas. Crédito: Joshua Forbes (Unsplash)

Sin embargo, si no protegemos los ojos del sol se pueden ocasionar lesiones como una quemadura de la córnea llamada fotoqueratitis. Incluso aumenta el riesgo de cataratas. 

Sobran los motivos por los que tomar el sol sin protección nunca será tomar el sol con cabeza. Cada cual puede hacer lo que quiera. Pero, si tienes un gran altavoz, debes corregir tus errores antes de que puedan ocasionar problemas a alguien. 

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