Cada vez conocemos más consecuencias del cambio climático. Queda ya muy lejos la época en la que pensábamos que era solo una cuestión de calor y sequía. Las consecuencias del calentamiento global y el resto de eventos relacionados se producen a muchos niveles. Algunos tan sorprendentes como la alteración de la rotación terrestre.

Esta es la conclusión de un estudio recién publicado por científicos climáticos de la ETH Zurich. Gracias a la inteligencia artificial, estos investigadores han realizado el modelo más completo hasta la fecha sobre los cambios que producen sobre el eje de rotación tanto los movimientos naturales de la Tierra como aquellos que provoca el ser humano.

Estos, por supuesto, son los que se relacionan con el cambio climático. ¿Pero cómo es posible que el cambio climático modifique la rotación terrestre? E igualmente importante, ¿qué consecuencias tiene eso para nuestro planeta?

Hielo fundido, rotación terrestre desacelerada

El aumento de las temperaturas globales asociado al cambio climático ha llevado a la fusión de casquetes polares y la desaparición de glaciares por muchos puntos del planeta. Lógicamente, los polos terrestres, donde hay más hielo, son las zonas más afectadas. Por ejemplo, muchos casquetes polares en Groenlandia y la Antártida se han ido derritiendo, liberando agua hacia los océanos, especialmente en las zonas cercanas al ecuador.

Esto, como han explicado los autores de la investigación en un comunicado, genera un efecto similar al de una patinadora artística cuando gira y abre los brazos. Mientras los tiene pegados al cuerpo, cuyo centro es el eje de rotación, gira muy deprisa. En cambio, cuando separa los brazos, poco a poco va bajando la velocidad, porque aleja cierta masa del eje de rotación.

Toda esa agua líquida que sale de los polos y se va hacia el centro, hace el mismo efecto que los brazos de la patinadora. Se trata de masa desplazada del eje de rotación terrestre, que justamente cruza a través de los polos. Por eso, la Tierra gira sobre sí misma más despacio. Dado que la duración de los días se corresponde con el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta sobre sí misma, esto produciría un alargamiento de los días. Según los autores del estudio, con los efectos actuales del cambio climático solo supondría un aumento de unos pocos milisegundos. Pero todo es acumulativo.

Otros factores que influyen, más allá del cambio climático

El fenómeno que más comúnmente se relaciona con efectos sobre la rotación terrestre es el de las mareas. Estas se forman principalmente por la atracción gravitatoria que se produce entre la Luna y la Tierra. En cada momento, la columna de agua que se encuentra mirando hacia la Luna experimenta esa atracción, ascendiendo ligeramente.

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El desplazamiento del agua de los polos al ecuador ralentiza la rotación terrestre. Crédito: Annie Spratt (Unsplash)

Por otro lado, los propios movimientos internos de la Tierra también afectan a su eje de rotación. No debemos olvidar que justo en el centro de nuestro planeta hay un núcleo de metal fundido que se va moviendo a causa de los flujos de calor. También el manto experimenta alteraciones y desplazamientos de ese material viscoso a causa de los cambios de presión. Esto también altera el eje de rotación. De hecho, es algo que ya se sabía. Hasta ahora sí que se desconocía buena parte del efecto del cambio climático y, sobre todo, cómo interacciona este con las mareas y los movimientos internos.

Por eso, estos científicos han utilizado la inteligencia artificial para realizar modelos que se traduzcan en esos efectos desconocidos sobre el eje de rotación terrestre. Los primeros análisis, realizados desde el año 1900, arrojan resultados que concuerdan con lo que se ha visto primero en las observaciones astronómicas y después con los satélites espaciales. Si lo que ya ha sucedido concuerda, las predicciones del futuro tampoco deberían fallar.

La rotación terrestre no solo se ralentiza

Estos científicos también han observado que el cambio climático, así como el resto de fenómenos mencionados, cambian los puntos en los que el eje de rotación coincide con la superficie terrestre.

eje de rotación
El eje de rotación se puede ver afectado a más niveles. Crédito: Greg Rosenke (Unsplash)

Este movimiento será cada vez mayor a medida que el cambio climático siga avanzando. Puede que ni eso ni el aumento del día en unas milésimas de segundo nos parezcan una nimiedad. Pero son cambios que debemos saber predecir, pues resultan necesarios para actividades tan precisas como trazar la trayectoria de una nave espacial. ¿Quién nos iba a decir que el cambio climático también alteraría en cierto modo los planes para mandar humanos a Marte? Las consecuencias cada vez son más sorprendentes.