Bill Gates tiene un curioso sexto sentido para detectar proyectos pintorescos en los que invertir. Le gusta tocar todos los palos. El último de estos proyectos lo lleva a cabo la compañía Savor, especializada en la obtención de grasas sin plantas ni animales, junto a científicos del grupo Orca Science. Su objetivo es fabricar mantequilla utilizando solo dióxido de carbono del aire e hidrógeno procedente del agua.

El dióxido de carbono es uno de los que se consideran como gases de efecto invernadero. Con la cantidad de este gas que obtienen del aire no van a combatir directamente el calentamiento global. Pero sí que creen que pueden contribuir a ello si su mantequilla se fabricase a gran escala, ya que se disminuirían muchísimo las emisiones procedentes tanto de la agricultura como de la ganadería. Al no hacer falta animales ni plantas, bastaría con el trabajo del laboratorio, cuya huella de carbono es muchísimo más baja.

Bill Gates confía mucho en el proyecto. Por eso ha invertido en él. Ahora solo falta saber si podrá llevarse a gran escala como ellos desean y si realmente ayuda a reducir las emisiones de efecto invernadero. Tendremos que esperar para saberlo; pero, mientras tanto, veamos en qué consiste su fórmula para desarrollar mantequilla.

Mantequilla para combatir el efecto invernadero

La mantequilla está compuesta por una emulsión de grasas lácteas. Por definición, si no proviene de la leche no puede considerarse mantequilla. No obstante, también hay opciones compuestas por grasas de origen vegetal, como la mantequilla de cacahuete, o combinaciones de aceites vegetales, formados mayoritariamente por grasas insaturadas, como la margarina. Esta última, a menudo, se usa para sustituir a la mantequilla. Pero en todo caso es necesario criar vacas, para obtener la leche, o cultivar plantas para extraer los aceites vegetales.

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Las grasas están compuestas mayoritariamente por carbono e hidrógeno. Crédito: Megumi Nachev (Unsplash)

En cambio, estos científicos financiados por Bill Gates lo sintetizan todo en el laboratorio con ayuda de dióxido de carbono y agua. Esto es así porque las grasas, sean del origen que sean, están formadas por cadenas de carbono e hidrógeno con algún elemento más. Por ejemplo, los ácidos grasos también tienen oxígeno. Todos estos componentes se obtienen con esos dos ingredientes tan accesibles. El carbono puede extraerse del dióxido de carbono del aire, y el hidrógeno a partir del agua. Ambas sustancias también tienen oxígeno, que puede ser igualmente útil.

Gracias a esto, la mantequilla se puede obtener en el laboratorio sin la necesidad de emitir apenas gases de efecto invernadero.

Más allá de la financiación de Bill Gates

A lo largo de los últimos años se han puesto en marcha muchos proyectos peculiares para retirar carbono del aire. Desde reciclar dióxido de carbono en refrescos hasta fabricar tinta con las emisiones de los tubos de escape.

Algunas de estas investigaciones se han puesto en marcha a gran escala, otras finalmente no quedaron en nada. Por eso, este proyecto de Savor, por muy bien que lo haya financiado Bill Gates, debe mostrar eficacia para volver a ponerse en marcha. De momento, los científicos detrás de la compañía y de Orca Science se muestran optimistas.

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Hay muchos proyectos dirigidos a captar carbono del aire. Crédito: Maxim Tolchinskiy (Unsplash)

Además, recuerdan que no solo reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la agricultura y la ganadería. También ayudarían a reducir la cantidad de aceite de palma que se utiliza en la industria alimentaria. Más allá de las emisiones que este pueda suponer, su obtención es un drama medioambiental por la destrucción de ecosistemas que conlleva. 

Quizás no sea un plan tan disparatado. Veremos si la financiación de Bill Gates llega a buen puerto.