El 1 de septiembre de 2021 entró en vigor en Texas su ley del aborto. Esta prohíbe a los médicos de todo el estado practicar un aborto en cualquier embarazo en el que ya se detecte latido fetal. Sin excepciones. El latido comienza a detectarse aproximadamente a las 6 semanas de gestación, por lo que apenas da tiempo a las embarazadas a ser conscientes del embarazo antes de poder abortar. Por ese motivo, los nacimientos han aumentado notablemente en territorio tejano desde entonces. Objetivo conseguido, supuestamente. El problema es que también ha aumentado la mortalidad infantil.

Esta es la conclusión de un estudio recién publicado por científicos de la Universidad Johns Hopkins. En él, analizan tanto el número de nacimientos como la mortalidad tanto en Texas como en otros estados del país, desde 2018 hasta 2022. Así, pueden establecerse las diferencias ocurridas antes y después de que entrase en vigor la ley del aborto de los latidos del corazón.

De este modo, han visto que la mortalidad infantil total y la causada específicamente por anomalías congénitas han aumentado considerablemente más en Texas desde que entró en vigor la ley. Este nuevo estudio se unirá posiblemente a las peticiones de numerosos comités científicos que han pedido al menos incluir a la ley algunas excepciones médicas, como ya se ha hecho en otros países. Sería lo mínimo; pero, de momento, la que muchos calificaron de ley provida sigue dejando un reguero de muertes a su paso.

Muertes infantiles tras la ley del aborto

En este estudio se observa que la mortalidad infantil aumentó desde la ley del aborto de Texas en un 12,7 %, muy superior al aumento del 1,8% del resto de estados. Además, al centrarse solo en las muertes por anomalías congénitas los investigadores encontraron algo aún más llamativo. En el resto de estados, la mortalidad por este motivo disminuyó en un 3,1 % en los últimos años. Sin embargo, en Texas aumentó un 22,9%.

aborto, embarazo Ozempic
Cuando se detecta el latido algunas mujeres acaban de enterarse de que están embarazadas. Crédito: Schvets (Pexels)

Esto no establece una causalidad, pero está claro que es mucho más que casualidad. Texas es el único estado en el que se ha dado este súbito aumento de la mortalidad infantil, justo coincidiendo con su ley contra el aborto.

¿Cuáles pueden ser los motivos?

Estos científicos consideran que deberían seguir investigando en la misma línea para establecer las causas. No obstante, hay algunas que parecen bastante claras.

Muchos países cuentan con una ley del aborto que prohibe practicarlo a cualquier mujer siempre que el feto venga sano. En cambio, si se detecta alguna malformación, normalmente antes de la semana 22, el aborto no se prohíbe. Cabe destacar que en muchos de estos casos hay certeza casi absoluta de que los bebés nacerán muertos o fallecerán poco después del alumbramiento.

El aborto en este caso supone un ahorro de sufrimiento tanto para el bebé que se está formando como para la madre. Pero esto no lo contempla la ley del aborto de Texas. Por eso, la mayoría de las muertes infantiles, antes del primer año de edad, se deben a anomalías que ya estaban ahí desde antes de nacer.

Protestas por la derogación de Roe v Wade que garantiza el aborto a nivel federal en Estados Unidos
Los casos de ansiedad en mujeres se disparan con las leyes contra el aborto. Crédito: Gayatri Malhotra (Unsplash)

El caso de los nacimientos prematuros

Por otro lado, con este estudio también se ha detectado en Texas un aumento sustancial de los casos de enterocolitis necrotizante. Esta es una enfermedad que se da mayoritariamente en bebés prematuros y que se caracteriza por la muerte del tejido intestinal, llegando a producirse orificios que permiten la entrada masiva de bacterias. En algunos casos cursa de forma leve, pero en otros puede requerir la extirpación del fragmento de intestino afectado. Incluso puede producirse la muerte de los bebés.

Existen numerosos estudios que relacionan la ansiedad durante el embarazo con los partos prematuros. Este mismo año se publicaron en Estados Unidos los resultados de una investigación en la que se señalaba un aumento de los niveles de ansiedad en mujeres de 18 a 45 años en los estados con una ley contra el aborto muy restrictiva.

Lógicamente, la ansiedad puede ser aún mayor en una mujer ya embarazada a la que no dejan abortar, a pesar de que no quiere o no puede criar a ese niño. Se ha observado también que este tipo de leyes aumentan los casos de suicidios en mujeres en edad reproductiva.

Por eso, no es extraño que ese estrés extremo afecte a los niños, que nacen antes de tiempo o enfermos. Las leyes contra el aborto, vengan del país que vengan, no son leyes provida. Por mucho que quienes las dictan y las defienden quieran mirar para otro lado, en muchísimas ocasiones acaban sembrando la muerte. Es muy paradójico que se siga usando un argumento tan contradictorio. 

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: