Se calcula que hay una probabilidad del 10% de que un fragmento de basura espacial golpee a un ser humano en la próxima década. Es una cifra realmente preocupante. Sobre todo después de conocer en los últimos años varios casos de restos de cohetes, satélites o incluso palés de baterías que han caído sobre la Tierra rompiendo edificios o cultivos y causando un buen susto a las personas que los vieron impactar. Por eso, un equipo de científicos japoneses considera que urge cambiar los materiales de los objetos que se envían al espacio. De momento, ellos han querido hacer la prueba con un satélite de madera.

Se trata de un pequeño artilugio cúbico, con caras de 10 centímetros, fabricado en madera de magnolia, que partirá hacia la Estación Espacial Internacional el próximo mes de septiembre a bordo de un cohete de SpaceX.

Una vez allí, se liberará al espacio para comprobar su estabilidad ante condiciones extremas como los cambios bruscos de temperatura. Si resulta ser lo suficientemente resistente, este satélite de madera podría ser el primero de muchos. Y es que, gracias al material en el que está fabricado, sería capaz de evitarnos muchos problemas en el futuro.

Un satélite de madera para evitar impactos indeseados

Este satélite de madera, bautizado como LignoSat, ha sido fabricado por científicos de la Universidad de Kioto y la empresa maderera Sumitomo Forestry. La elección del material podría parecer inadecuada. Al fin y al cabo, el metal es mucho más resistente. Pero es precisamente esa resistencia la que causa los principales problemas de la basura espacial.

Basura espacial
La basura espacial se ha convertido en un problema muy serio en los últimos años. Crédito: NASA Goddard Space Flight Center

Cuando se envían al espacio satélites o cualquier otro objeto espacial artificial, se hace pensando en un tiempo de vida útil. Después, de forma más o menos controlada, lo más posible es que se desorbite y acabe volviendo a la Tierra. Al cruzar la atmósfera, se crea tal rozamiento que estos objetos se incendian y se rompen. Pero, al ser de metal, suele haber piezas que resisten este efecto y llegan intactas a la superficie terrestre. Si son muy grandes, pueden causar accidentes. Incluso, como ya hemos visto, llegar a impactar sobre alguien. Ya se ha dado el caso de un meteorito que impactó contra un ser humano, concretamente una mujer llamada Ann Hodges. Un fragmento de basura espacial también podría hacerlo, sobre todo a medida que estos se vayan acumulando.

Por eso, un satélite de madera sería la solución perfecta, ya que este material sí que se quemaría por completo al cruzar la atmósfera. 

¿En qué consistirán las pruebas?

Lógicamente, al salir de nuestra atmósfera el satélite de madera también podría quemarse. Por eso, debe ir a bordo de un cohete metálico. En este caso se ha elegido uno de SpaceX. Esta es una compañía que está contribuyendo mucho a la basura espacial con sus satélites, pero que a la vez intenta compensarlo con cohetes totalmente reutilizables, que aterricen de forma controlada en la Tierra para usarse de nuevo en el futuro.

cirugía espacio, Bacterias en la Estación Espacial Internacional: ¿qué proponen para erradicarlas? (Crédito: NASA)
El satélite llegará a la Estación Espacial Internacional y se lanzará desde allí. Crédito: NASA

Si bien esto no se ha pulido aún por completo, en el futuro podría ser la clave. Vehículos reciclables y carga útil de madera.

Por eso, cuando el satélite de madera llegue al módulo experimental japonés de la Estación Espacial Internacional, los astronautas lo lanzarán ya totalmente desnudo para comprobar si, realmente, puede sobrevivir a las inclemencias del espacio. Si lo hace, puede que en un futuro veamos muchos más satélites de este material partiendo más allá de nuestra atmósfera y, lo que es mejor, reduciéndose a cenizas a la hora de volver a casa. 

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