El pasado 1 de julio, el telescopio Euclid, de la Agencia Espacial Europea (ESA), partió hacia el espacio con el objetivo de desentrañar algunos de los mayores misterios del universo. Sus primeras imágenes se publicaron en noviembre, causando una gran expectación. Ahora, una nueva tanda ha dejado ver que, en realidad, aquello fue solo un aperitivo y que este telescopio tiene todavía mucho que mostrar.

En total se han publicado 5 imágenes, acompañadas por 10 estudios científicos en los que se aclara todo lo que implican las fotografías. El objetivo principal de Euclid es estudiar la expansión del universo, así como llegar a puntos del mismo tan recónditos a los que otros telescopios no han podido acercarse.

Esto lo consigue gracias a la combinación de sensores de gran resolución dirigidos tanto al infrarrojo cercano como a la luz visible. Es cierto que este tipo de mediciones las hace también el James Webb. Sin embargo, cada telescopio tiene alguna virtud de la que el otro carece, por lo que hacen un equipo perfecto en el espacio. Las imágenes de Euclid que se acaban de publicar son un gran ejemplo de ello.

La misión de Euclid va viento en popa

El objetivo principal de Euclid es explorar la evolución del Universo oscuro. Para comprender qué quiere decir esto debemos viajar 13.700 millones de años atrás, hacia el mismísimo Big Bang. Tras aquella explosión que dio lugar al nacimiento del Universo, este se hinchó a gran velocidad. A medida que aparecía más materia, esta tiraba gravitatoriamente del mismo, por lo que el Universo se expandía a velocidad constante. Sin embargo, se ha observado que hace 5.000 millones de años el ritmo de expansión del Universo se aceleró. 

galaxia Euclid
Messier 78: Esta galaxia es una de las nebulosas más brillantes de nuestro cielo y es un sitio de formación estelar activa. Crédito: ESA

Todo esto se explica con la existencia de algún tipo de energía cuya influencia supere a la fuerza de la gravedad. Dado que no se sabe qué es ni de dónde procede exactamente, se la bautizó como energía oscura. 

cúmulo Euclid
El cúmulo de galaxias Abell 2390. Euclides revela una asombrosa exhibición de más de 50.000 galaxias, algunas de las cuales representan una asombrosa variedad de lentes gravitacionales. Crédito: ESA

Euclid se encarga de estudiar esa energía oscura. Para ello, capta imágenes de lugares recónditos. En el espacio, cuanto más distante se puede captar una imagen, más lejos se viaja en el tiempo. Tanto Euclid como el James Webb, especializados en medir en el infrarrojo, han logrado obtener imágenes muy muy lejanas. El James Webb llega más lejos, pero Euclid es capaz de ver áreas 100 veces más anchas. Dado que el James Webb lleva más tiempo operativo, actualmente disponemos de más imágenes captadas por él. Pero las que acaban de publicarse de Euclid no tienen nada que envidiar.

cúmulo Euclid
NGC 6744, una galaxia espiral barrada que actualmente forma estrellas a un ritmo notable dentro de nuestro universo local. Esta galaxia a menudo se llama un doble de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, debido a sus similitudes.

Los primeros descubrimientos del telescopio

En las imágenes de Euclid pueden verse fenómenos como planetas recién nacidos  que flotan libremente, cúmulos estelares extragalácticos recién identificados y nuevas galaxias enanas de baja masa en un cúmulo de galaxias cercanas. Además, se ha podido intuir la distribución de la materia oscura y la luz intracúmulos en cúmulos de galaxias. Y la cosa no termina ahí. El telescopio ha captado galaxias brillantes muy distantes de los primeros mil millones de años del Universo.

galaxia Euclid
NGC 6744 es una galaxia espiral barrada que actualmente forma estrellas a un ritmo notable dentro de nuestro universo local. Esta galaxia a menudo se llama un doble de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, debido a sus similitudes.

Todo esto supone un viaje en el tiempo que puede llevarnos hasta ese punto en el que la energía oscura superó a la gravedad. Poco a poco, el misterio se irá resolviendo y la energía oscura tendrá cada vez más luz sobre ella.

Euclid capta imágenes a un ritmo vertiginoso

Todo lo que hemos podido ver es una selección de lo mucho que ha logrado fotografiar Euclid. Según han explicado en un comunicado los científicos responsables del proyecto, en solo un día el telescopio logró crear un catálogo de más de 11 millones de objetos en luz visible y 5 millones más en luz infrarroja.

cúmulo Euclid
Cúmulo de galaxias Abell 2764. Los cúmulos de galaxias como este se encuentran entre las estructuras más grandes y masivas del universo y se mantienen unidas por la gravedad. Está formado por cientos o miles de galaxias y gas caliente que interactúan en un halo de materia oscura. Crédito: ESA

Dentro de ese catálogo había 29 galaxias que aportan un mapa de los primeros 1.000 millones de años del Universo. Y aquí viene lo más interesante: todo esto supone solo un 1% del campo que puede llegar a cubrir Euclid. Por eso, en los próximos años se espera que, gracias al telescopio, podamos observar miles de galaxias tempranas. Sería algo único, que nos llevaría a los mismísimos bordes del Big Bang. 

dorado Euclid
Las galaxias del Grupo Dorado son capturadas por Euclides en medio de su formación, evolución e incluso fusionándose con sorprendente detalle. Crédito: ESA

Sin duda, las imágenes son preciosas, pero sabiendo todo esto vemos que su valor científico va mucho más allá de su utilidad como fondos de pantalla. 

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