Los Bridgerton estrenó los primeros cuatro capítulos de su tercera temporada y demostró, de inmediato, el motivo por el cual es una de las series más populares de Netflix. La adaptación de la saga de Julia Quinn de la mano de Shonda Rhimes, no es solo un drama que ha sabido integrar una historia de época con un comentario social contemporáneo. También, es un romance de altos vuelos, que sorprende por su capacidad para explorar en la psicología de sus personajes con inteligencia y detalle. Este último, un punto que ha quedado demostrado con los nuevos capítulos estrenados. 

Como se recordará, la tercera temporada de la serie, rompe la cronología del relato literario del que proviene, para dar un salto directamente al libro 4 en lugar del número tres. De modo, que la trama de la novela Te Doy Mi Corazón (2001), se descarta — por el momento — en beneficio de Seduciendo a Mr. Bridgerton (2002). Por lo que Los Bridgerton explora, en esta ocasión, la complicada historia entre Colin Bridgerton (Luke Newton) y Penélope Featherington (Nicola Coughlan). Un romance con aire trágico, que unirá a los amigos de la infancia — por otro lado, ya conocidos por el público — en una relación extraña y que termina por ser el punto central de la temporada.

Mucho más, cuando la entrega anterior, concluyó con Colin insultando de manera muy hiriente a Penélope. Lo que desembocó en uno de los momentos más duros de la historia y en el giro con el que comienza la siguiente. A saber: el personaje de Nicola Coughlan busca marido — ya se encuentra en la edad que es una exigencia urgente — y Colin acaba de regresar de un largo viaje. Juntos, tropezarán entre sí en la agitada escena social de Londres. 

Lo que rodea a un romance que comenzó con mal pie 

Para el comienzo de la nueva temporada de Los Bridgerton, Penélope pasa por una serie de cambios de considerable importante. De hecho, son los puntos más fuertes de estos primeros cuatro episodios de la entrega. Con su álter ego Lady Whistledown volviéndose cada vez más relevante en la Corte, es evidente que Penélope corre el riesgo de ser descubierta por la reina Charlotte (Golda Rosheuvel). Lo que podría acarrearle desgracia social y encontrarse en el ojo de la tormenta, debido a sus mordaces comentarios y opiniones sobre la realeza. Por si eso no fuera suficiente, la insidiosa corresponsal, misteriosa, termina por enfurecer a Colin, que promete desenmascararla. 

Por el otro lado, Penélope sabe que ya debe contraer matrimonio, por lo que el comienzo de la temporada, dedica tiempo y esfuerzo a mostrar cómo afronta el tema. De un nuevo guardarropa a la decisión de olvidar a Colin. Lo cierto es que el personaje central de temporada, es mucho más fuerte y complejo de lo que hasta entonces había sido. Pero en específico, ahora Los Bridgerton rinde un tributo más directo a la saga de libros de la cual proviene. Por lo que Penélope quiere además explorar en su talento para escribir, más allá de su columna de chismes. 

Esto último le llevará a llamar la atención de Lord Debling (Sam Phillips), que valora su inteligencia y que podría ser el marido perfecto. Eso, a pesar de que Penélope no se siente especialmente atraída por él. Pero, fiel a su forma de ver el mundo luego de la decepción con Colin, la protagonista de temporada decidirá que prefiere un lugar seguro, al amor. Al menos, mientras el cortejo y todas las presiones de la corte para que contraiga matrimonio, se vuelven un punto de preocupación. Eso a pesar de que Colin parece más presente en su vida que nunca y que lo que siente por él, se hace cada vez más importante. 

¿En qué concluye el cuarto capítulo de la tercera temporada de ‘Los Bridgerton’?

Así las cosas, Debling pide la mano de Penélope a Portia Featherington (Polly Walker). Lo que acelera la trama lo suficiente como para que la joven deba tomar una decisión. Lo que la pone entre dos aguas. Por un lado, profundizar en sus sentimientos por Colin, a pesar de que estos no parecen ser recíprocos. Al otro, continuar con su plan de vida, basado en un punto de vista práctico.

Todo se acelera para el cuarto episodio titulado Viejas amistades, en que Penélope termina por cuestionarse si desea un matrimonio sin amor. Lo que la lleva a una tensa conversación con Debling. Lo que deja claro, que, desde su punto de vista, el futuro entre ellos es meramente un acto de conveniencia. Es entonces, cuando Colin entra en escena y se hace, más que evidente, el amor que profesa a la heroína pelirroja. Algo que convence a Debling de dar un paso atrás a su propuesta de matrimonio.

Las circunstancias desembocarán en una declaración mutua de sentimientos entre Colin y Penélope, además de un primer momento íntimo entre ambos. Lo que deja claro que la relación y el amor que une a los personajes, apenas acaba de comenzar y se volverá más fuerte. No obstante, también indica que el álter ego de ella, Lady Whistledown, será un grave escollo entre ambos. Lo que abre un arco de posible conflicto para los últimos capítulos de temporada.