La primera profecía, la sexta película de la clásica saga de terror, replantea el mal desde un punto de vista por completo distinto a sus antecesoras. Lo que podría ocurrir si lo diabólico, como lo imagina el guion de Tim Smith, Arkasha Stevenson y Keith Thomas, se manifestara en un aparente milagro. Se trata de una perspectiva que convierte, a la precuela del clásico de 1976, en una reflexión novedosa acerca del elemento terrorífico que hizo famosa a la franquicia. Mucho más, cuando profundiza en el hecho que no todo evento aparentemente sobrenatural, es, por necesidad, divino. 

Claro está, que la cinta de la directora Arkasha Stevenson, no relata una premisa novedosa. El cine ha dedicado una buena cantidad de tiempo e interés, en historias en que lo terrorífico se manifiesta de manera ambigua y peligrosa. Mucho más, que toma el aspecto del bien e incluso, se oculta detrás de un hecho en apariencia bondadoso y sagrado. Lo que permite al género reflexionar no solo en la naturaleza de lo que consideramos malvado, tétrico o siniestro. A la vez, en la propia naturaleza humana, como testigo de circunstancias para las que no tiene la menor explicación. Lo que da al cine de terror la oportunidad de mostrar todo tipo de escenarios macabros e inquietantes.

Te dejamos cinco clásicos modernos que puedes ver si te gustó La primera profecía o únicamente deseas explorar en un tipo de películas retorcidas que tienen lo sobrenatural como escenario. De una monja que batalla como puede contra el horror hasta los límites del fanatismo religioso. La selección abarca todos los matices de un curioso tipo de argumento, que pone en tela de juicio desde la cordura a la fe. Lo que las une en un mismo escenario aterrador. 

Reza por el diablo

La hermana Ann (Jacqueline Byers) cree tener un especial don para realizar exorcismos. Eso, debido a un trauma infantil que la llevó a enfrentar el mal con el rostro de su madre. No obstante, la religiosa deberá lidiar con los prejuicios de la iglesia católica. 

Eso para lograr demostrar hasta donde, lo ocurrido, le brinda un conocimiento de peculiar profundidad acerca de los viejos ritos. Algo que le permitiría saltarse las restricciones del dogma que solo permite a los sacerdotes realizar los solemnes protocolos. Lo que terminará por ocurrir, cuando una niña, víctima de una posesión, demuestre a Ann que un viejo mal — que ya asesinó a su madre — regrese para su búsqueda. 

La película de Daniel Stamm, no se limita a narrar una historia de posesión. A la vez, se hace preguntas acerca de qué es lo sagrado y cómo se manifiesta. Con una estética gótica y una trama bien llevada, es un nuevo clásico del género que plantea duras preguntas sobre la fe. 

El rito

Protagonizada por Anthony Hopkins, la adaptación del libro de Matt Baglio, relata una perspectiva poco común acerca de lo diabólico. Esta es: la forma en que Gary Thomas, se convirtió en el primer sacerdote autorizado para practicar exorcismos en Norteamérica. 

Todo, a través de una serie de experiencias terroríficas que convirtieron su aprendizaje en una demostración sobre la — aparente — veracidad de lo sobrenatural en nuestro mundo. La cinta de Mikael Håfström relata la misma historia que el material original. Pero además se hace algunas preguntas incómodas sobre cómo nuestra cultura comprende lo desconocido.

A medida que el padre Michael Kovak (Colin O’Donoghue) comprueba que las posesiones son algo más que mitos, deberá enfrentar el miedo. Mucho más cuando su mentor, el Padre Lucas Trevant (Hopkins) se convierta en un objetivo de una entidad inexplicable. 

Exorcismo en el Vaticano

¿Qué ocurriría si la Santa Sede pudiera demostrar de forma inequívoca la existencia de los demonios? Esta cinta de Mark Neveldine, no solo toma esa premisa a un escenario urbano, sino que, además, se aleja de los clichés de género para meditar en temas más extraños. Lo que le lleva a mostrar cómo una posesión puede empezar en medio de los eventos cotidianos. 

Pero lo más interesante de Exorcismo en el Vaticano, es profundizar en la popular creencia que, de hecho, la iglesia católica tiene suficientes pruebas sobre sucesos parecidos. Incluso, que conserva un archivo específico para investigar sobre las posibles consecuencias y las situaciones que envuelven a las supuestas víctimas.

Una de ellas, Angela Holmes (Olivia Taylor Dudley), ofrece además la posibilidad de analizar el comportamiento de un posible poseído en todos sus extremos. Pero todo se volverá peor, cuando la propia curiosidad sacerdotal alrededor de Angela, provocará un fenómeno aterrador a gran escala. 

Demoniaca

Pero, el terror también ha mostrado la posibilidad que el mal, no tenga raíces divinas o infernales, sino por completo inexplicables. Como es el caso de esta película de Bryan Bertino, en que dos hermanos vuelven a la granja familiar en la que crecieron para velar de su padre, a punto de morir. Lo que les llevará a realizar un ritual que les permita no solo consolar el dolor, sino despedir al difunto de una manera apropiada. 

Lo que no esperan, es que lo que parecía una vieja tradición, se convierta en algo peor que termine por acecharles hasta enloquecer. Demoniaca, recorre punto a punto los eventos que rodean a lo que parece un suceso sobrenatural. 

Pero más allá, reflexiona acerca de la maldad, en una época cínica como la nuestra. Para sus escenas, la película se vuelve más incómoda y terrorífica. En especial, al dejar en claro que nadie, está a salvo de lo que podría ocurrir en medio del asedio de un evento para el que la ciencia no tiene explicación. 

Saint Maud

Maud (Morfydd Clark, de El señor de los anillos: los anillos de poder), es una enfermera que sobrevivió a un suceso traumático. Solo, para entregar su vida a la iglesia y convertirse en una devota creyente. No obstante, lo que comienza como un acto de fe, se vuelve algo más siniestro, cuando el personaje pierda el control de sus actos. También, cuando comience a cuidar de Amanda (Jennifer Ehle), una bailarina retirada y decida que lo mejor que puede hacer, es obligarla a comprender la fe a su manera. 

Entre el delirio y el horror, Saint Maud se convierte en una mirada angustiosa acerca de los límites del fanatismo. Al mismo tiempo, en una mirada a cómo se comprende lo sobrenatural en nuestra época. Lo que terminará por ser un terreno resbaladizo en que cuidadora y paciente, se enfrenten en medio del intento de la segunda por conservar su vida. 

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