¿Es o no Paul Atreides (Timothée Chalamet), el Kwisatz Haderach esperado por los Fremen? Dune: parte 2 plantea la incógnita de la misma forma en que lo hizo el escritor Frank Herbert. A saber: que tanto podría ser un líder de genética superior creado por las Bene Gesserit, como el resultado de un accidente biológico. E incluso, que todo lo relacionado con su mera existencia, es una profecía autocumplida, gracias a los esfuerzos de Lady Jessica (Rebecca Ferguson en la adaptación cinematográfica).

Parte del éxito de Dune como saga, radica en su capacidad para subvertir el llamado ‘camino del héroe’. La figura literaria imaginada por Joseph Campbell, puntualiza un trayecto en que el personaje destinado a convertirse en héroe, prueba sus capacidades. Eso, a medida que se hace más fuerte, sabio y al final, alcanza la plenitud de todas las promesas — tanto físicas e intelectuales — que abarcan su heroísmo. Pero Herbert decidió que su protagonista, no alcanzaría el punto más alto de sus capacidades para lograr un objetivo, que le llevaría de nuevo a su hogar. 

En lugar de eso, imaginó un hombre, que según palabras del propio escritor, ‘jugó a ser dios’. Lo que terminó por llevarlo a los puntos más oscuros de la codicia y volverlo un tirano. Todo, envuelto en medio de la duda, de si las manipulaciones genéticas de las Bene Gesserit lograron su objetivo. O, por el contrario, el amor y la desobediencia de Lady Jessica, habían provocado un temible destino que condenó al Universo Conocido a una interminable, violenta e implacable guerra santa

Una historia singular para un elegido

Tanto en los libros como en las películas, Paul es el resultado de una larga experimentación genética llevada a cabo por las Bene Gesserit. La Hermandad, que tiene su origen 10 000 años antes de lo narrado en Dune participó activamente en La Yihad Butleriana. De hecho, gracias a ellas, la humanidad pudo enfrentarse a las Máquinas Pensantes, una especie de inteligencia artificial agresiva. Las iniciales miembros de la Orden, desarrollaron capacidades psíquicas que dio la victoria a la raza humana. Pero además, les permitió acceder hacia dimensiones por completo nuevas de su mente. 

Una de esas, fue la de explorar las Otras Memorias. Es decir, los recuerdos colectivos contenidos en su cerebro. Pero por alguna razón, solo podían ver lo ocurrido a sus antepasadas. A pesar de que la especia Melange les permitió desbloquear la memoria celular — y siguió haciéndolo en el futuro — los recuerdos del lado masculino eran inaccesibles. Por lo que a la Hermandad decidió usar su capacidad precognitiva y el don profético de las Reverendas Madres para enmendar el vacío de información. En específico, apoderarse de las capacidades y la sabiduría de hombres a lo largo de su línea genética. 

La solución fue la posibilidad de iniciar un programa de reproducción genética, que, finalmente, crearían a un hombre capaz de manifestar los dones de las Bene Gesserit. Lo que le permitiría, tender puentes entre el espacio y el tiempo. Además, que estaría bajo el control y respondería únicamente a la Orden. La intención es que esta criatura, tendría acceso a las Otras Memorias del lado masculino y las integraría al femenino. De modo que sería tanto un miembro de la Orden, una Reverenda Madre, un Mentat — capaz de resumir en su mente registros — y un Guild Navigator. En otras palabras, es un miembro de alto rango del gremio espacial, que podría navegar por el Universo Conocido gracias a la especie. Todo lo anterior, sintetizado en un solo ser. 

Paul, una decisión de Lady Jessica y no del destino

En el libro — y también en las películas de Denis Villeneuve — Paul Atreides es el resultado de un accidente. O mejor dicho, de la desobediencia de su madre. El Kwisatz Haderach, tal y como lo planearon las Bene Gesserit, debía ser el hijo de la primogénita de Leto Atreides (Oscar Isaac en las cintas) y un miembro de la Casa Harkonnen. La pareja habría engendrado finalmente al mesías, que bajo el control de las Bene Gesserit, estaría destinado al poder.

Pero Jessica desobedeció sus órdenes y engendró un hijo varón para Leto. Como Bene Gesserit, el personaje tiene la capacidad de modificar a voluntad el sexo del feto que gesta. Por lo que no se trató de un accidente, fruto de un plan alterno y tampoco, de ambición. La misma Jessica explica que deseaba consolar al duque (viudo y con pérdidas familiares recientes) y que se trató de un acto de amor. Por lo que el mesías, tal y como lo imaginaban las Hermanas, no es el joven primogénito de la casa Atreides.

Con todo, el don precognitivo de las Bene Gesserit mostró que Paul tendría influencia en el futuro. El punto real es que debido a la decisión de Jessica, el Kwisatz Haderach no está al servicio de la Orden de mujeres psíquicas. Por lo que, en cierta manera, Paul sí cumple lo esperado de él. Aunque por razones personales — y la venganza — y no el apetito de poder de la Hermandad.

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