Por muy bien que se encuentren de salud los astronautas que viajan al espacio, una vez allí pueden enfermar o tener accidentes que precisen una intervención quirúrgica. Si hay tiempo suficiente, podrían enviarse de nuevo a la Tierra, ¿pero qué pasa si se trata de una urgencia? Se podría intentar que haya siempre un médico en el equipo. ¿Pero qué ocurre si es el médico el que precisa una intervención? Todo esto es algo que preocupa de cara a las futuras colonizaciones especiales, así como a las actuales misiones en la estación espacial internacional (EEI). Por eso, un nuevo robot, capaz de realizar una cirugía en el espacio, se ha mostrado como un hito esencial para todo lo que está por venir.

Este no se ha probado solo en la Tierra. También ha realizado ya su primera cirugía en el espacio, concretamente en la EEI. El robot pone las manos y un equipo de cirujanos en la Tierra los conocimientos. En cuanto al paciente, de momento no se ha realizado ninguna intervención sobre astronautas. El experimento se ha llevado a cabo con una serie de elásticos que simulan el tejido humano, pero lo bueno es que ha sido un éxito.

Por eso, si se diese el caso, aunque no estaría de más seguir experimentando con falsos pacientes, este robot podría ponerse manos a la obra. 

Así ha sido la primera cirugía en el espacio

El encargado de realizar esta cirugía en el espacio ha sido spaceMIRA, un robot del tamaño de un microondas que fue transportado a la EEI el pasado mes de enero a bordo de un cohete de la compañía SpaceX.

Dicho robot cuenta con brazos articulados capaces de manejar herramientas o cortar tejido según sea necesario. Pero no toma decisiones. Todo eso lo hacen los cirujanos en la Tierra. Estos manejan un brazo robótico conectado con el propio spaceMIRA, de manera que sus movimiento se trasladan al espacio.

El robot ha sido fabricado por la compañía Virtual Incision, cuyos cirujanos han sido los que han llevado a cabo la cirugía en el espacio. En total intervinieron seis cirujanos, que se fueron turnando, con unos resultados excelentes. Solo se encontraron con un hándicap, y es que hay un pequeño retraso con las comunicaciones entre el robot en la EEI y la Tierra. Este retraso es de 0,85 segundos. Puede parecer muy poco, pero para una cirugía importante toda fracción de segundo cuenta. Aun así, supieron trabajar con ese retraso sin ningún problema.

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También tendría aplicaciones en la Tierra

En 1961, el médico ruso Leonid Rógozov, se encontraba trabajando en una estación científica de la Antártida cuando comenzó a encontrarse mal. No necesitó a nadie para diagnosticar lo que le ocurría: apendicitis.

Necesitaba una intervención quirúrgica de urgencia y si lo trasladaban al hospital más cercano, con los medios de los que disponían en aquella época, podría ser ya demasiado tarde. Como solución, procedió a operarse él mismo.

Fue toda una hazaña que pasó a la historia, pero también una temeridad. Por eso, un robot como spaceMIRA podría tener aplicaciones más allá de la cirugía en el espacio. Se podría llevar a lugares recónditos como la Antártida. Así, no haría falta tener varios médicos en los equipos de expedición, por si uno de ellos requiere una intervención. Los cirujanos situados a miles de kilómetros de distancia serían capaces de operar.

Todo esto hoy en día parece ciencia ficción, pero probablemente llegue a estar a la orden del día en el futuro. Lo iremos viendo poco a poco, pero quedémonos con su nombre: spaceMIRA posiblemente nos dará mucho de lo que hablar. 

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