El papel de las hormonas y el ciclo menstrual en el comportamiento de las mujeres ha sido muy estudiado a lo largo de los años. Es curioso, pues la mayoría de cuestiones fisiológicas del ser humano se han estudiado muchísimo más en hombres. Sin embargo, parece que las mujeres son las únicas capaces de ser manipuladas por sus propias hormonas. Y lo cierto es que sí que lo son, pero no las únicas. El papel de la ovulación en la toma de decisiones tiene mucha evidencia científica detrás. Además, no solo se ha observado un papel en las decisiones reproductivas, también en aquellas que requieren cierto riesgo.

Esto significa, a grandes rasgos, que las mujeres se vuelven más impulsivas durante la ovulación. Este es el momento del ciclo menstrual en el que aumenta la fertilidad, por lo que tiene una explicación evolutiva. Piensas menos en las consecuencias y es más probable que te lances a tener una relación sexual esporádica. Además, muchos estudios muestran que, para esas relaciones sexuales esporádicas, se suelen elegir individuos que aparentemente tienen una mejor genética. Más esbeltos y aparentemente saludables.

Por otro lado, no solo hay una relación entre la ovulación y la toma de decisiones. En esa fase del ciclo menstrual las mujeres suelen tener un mayor deseo sexual. De nuevo, eso favorece las relaciones que perpetúan la especie. Ahora bien, es importante dejar claro que las mujeres no son un sexo débil al que pueden manipular sus propias hormonas. Por mucha influencia que tenga el ciclo menstrual, las decisiones dependen mucho de la personalidad de cada persona. Y, además, los hombres también son marionetas sujetas por los hilos de la testosterona. No pensemos que es solo una cuestión femenina.

¿Cómo es el ciclo menstrual de las mujeres?

Antes de empezar, es importante destacar que en este artículo se habla de hombres y mujeres cis, ya que se hace referencia al papel de las hormonas, especialmente los estrógenos, más abundantes en mujeres cis, y la testosterona, predominante en hombres cis.

Dicho esto, el ciclo menstrual de las mujeres pasa por varias fases, que se pueden denominar de diferentes formas, según qué clasificación se utilice. A grandes rasgos, se trata de la fase preovulatoria, la ovulación, la fase postovulatoria y la menstruación.

Hay cuatro hormonas principales que actúan en todo el ciclo: la FSH, la LH, la progesterona y los estrógenos. En la fase preovulatoria todas se mantienen más o menos estables. La FSH estimula unos pocos folículos. Estos, a muy grosso modo, son los saquitos en los que se encuentran los óvulos inmaduros, llamados ovocitos. Se encuentran en los ovarios desde el nacimiento y solo empiezan a madurar a partir de la pubertad, unos pocos en cada ciclo. Uno de esos ovocitos, o en pocos casos alguno más, será el que se prepare para ser fecundado si llega el momento. 

Ese ovocito será el que se encuentra dentro del que se conoce como folículo dominante. Una vez que este se selecciona, empieza a liberar grandes cantidades de estrógenos, por lo que sus niveles empiezan a aumentar, muy por encima del resto de hormonas, hasta alcanzar su pico máximo en la ovulación. Ese pico máximo desencadena también un aumento de los niveles de LH, la hormona que provoca que el ovocito elegido salga del folículo y pase al útero a través de las trompas de Falopio. Una vez ahí, se prepara para la llegada del espermatozoide. Si se produce la fecundación, el endometrio, una capa que recubre el útero, debe estar suficientemente engrosado para alojar al embrión. Por eso, durante la preovulación y la ovulación los estrógenos se encargan de que crezca poco a poco. 

ciclo menstrual
Wikimedia Commons

Últimas fases

Una vez que se libera el ovocito, el folículo del que salió, que ahora se llama cuerpo lúteo, sigue creciendo un tiempo, mientras libera grandes cantidades de progesterona. Estamos ya en la fase postovulatoria, en la que el endometrio sigue preparándose para recibir al que se podría convertir en un posible embrión.

No obstante, si esto no pasa, porque ningún espermatozoide fecunde al ovocito, se produce la menstruación. El endometrio ya no es necesario, por lo que, ante la caída de la progesterona, empieza a descamarse, produciendo el sangrado típico de la menstruación. Todos los niveles de hormonas antes elevados vuelven a bajar y empieza un nuevo ciclo.

El papel de la ovulación en la toma de decisiones

Durante la fase ovulatoria se alcanza un pico en los niveles de estrógenos. Numerosos estudios muestran que estas hormonas son las responsables de la influencia de la ovulación en la toma de decisiones. ¿Pero cuáles son esas decisiones?

Hay de todo. Son bastante conocidos los estudios que demuestran que aumentan las probabilidades de querer tener una relación sexual esporádica, en la que el físico de la otra persona juega un papel primordial.

En busca del mejor músico

Hay estudios que van mucho más allá, mostrando decisiones muy curiosas. Por ejemplo, en 2014 un científico de la Universidad de Sussex quiso comprobar si Darwin tenía razón con una de sus hipótesis. El científico, padre de la teoría de la evolución, había observado cómo el canto de los pájaros atrae a las hembras y se había preguntado si ocurriría lo mismo en humanos. Según él, la música tiene un papel reproductivo que va mucho más allá de los pájaros cantores.

A pesar de la importancia que tiene Darwin en la historia de la ciencia, esta hipótesis nunca había gozado de mucha aceptación. Pero este otro científico, Benjamin Charlton, pensaba que, quizás, sí que podría tener razón.

Por eso, diseñó un experimento para comprobarlo. Participaron en él un total de 1.465 mujeres, en distintas fases de su ciclo menstrual. Todas ellas se sometieron a dos experimentos. En el primero, escuchaban una composición musical con cuatro niveles distintos de complejidad. Después, se les preguntaba qué melodía les parecía más compleja y con cuál de los compositores estarían más dispuestas a tener una relación de pareja a corto o largo plazo. 

En el segundo experimento se hacía lo mismo, pero con una composición visual, formada por una serie de mosaicos.

Al comparar los resultados de cada experimento con la fase del ciclo menstrual de las participantes, se observaron dos datos interesantes. Por un lado, que más del 80% de las voluntarias fueron capaces de distinguir la composición musical o visual más compleja. La fase del ciclo menstrual no influía para nada en ello. Sin embargo, las que estaban ovulando estaban mucho más predispuestas a tener una relación esporádica con el compositor de la melodía más compleja. No hubo diferencias para las composiciones visuales ni con las relaciones a largo plazo. Por lo tanto, parece que la capacidad musical interviene evolutivamente de un modo similar a como lo hace el físico.

ovulación toma de decisiones
Durante la ovulación, las decisiones financiera son más arriesgadas. Crédito: Alexander Mils (Unsplash)

Decisiones más agresivas

En general, las mujeres toman decisiones menos agresivas que los hombres. Esto es aplicable a cualquier entorno, desde la conducción hasta las decisiones financieras. No obstante, en 2016 un equipo de científicos de Reino Unido y Estados Unidos demostró que, al menos en lo referente a la economía, esta tendencia cambia durante la ovulación.

Se vio que las mujeres en esta fase tendían a tomar decisiones financieras mucho más arriesgadas. Esto puede ser una consecuencia no esperada de esa impulsividad con beneficios evolutivos. No obstante, cabe destacar que el estudio se realizó con solo 36 mujeres, por lo que sus resultados deben cogerse con pinzas.

También en política

Varios estudios encuentran también una relación entre la ovulación y la toma de decisiones políticas. De hecho, en 2013 un equipo de investigadores de la Universidad de Texas publicó una investigación muy curiosa al respecto.

En ella participaron 502 mujeres a las que se encuestó sobre sus tendencias políticas y su decisión de voto en las elecciones de Estados Unidos de 2012. Se tuvieron en cuenta varios factores, pero solo hubo dos en los que se encontró una correlación con los resultados: la fase del ciclo menstrual y el estado civil.

Concretamente, se vio que las mujeres solteras tenían tendencias más liberales, sobre todo cuando se encontraban en fase ovulatoria. De hecho, durante las elecciones la mayoría de sus votos en esa fase habían ido a Barack Obama. En cambio, las mujeres casadas, especialmente ovulando, eran más conservadoras. Por lo tanto, la mayoría en ese punto había votado a Mitt Romney.

No todo es blanco o negro en la relación entre la ovulación y la toma de decisiones

En 2018, científicos del Instituto Max Planck para el estudio del desarrollo humano llevaron a cabo un estudio muy completo sobre este tema. Para ello, contaron con la colaboración de 26.000 mujeres que tuvieron que completar un diario anónimo sobre sus tendencias y preferencias a lo largo del ciclo menstrual.

En este estudio tan completo se vio que es cierto que durante la ovulación aumentaba mucho el deseo sexual. No obstante, al contrario de lo que señalan otros estudios, aumentaba hacia sus parejas, no hacia otras personas ajenas a la relación. También se vio que mejoraba su percepción hacia su propio físico, pero no que tendiesen a usar ropa más sexy en ese periodo, al contrario de lo que señalan muchos estudios. 

Sí que se vio que ese aumento del deseo sexual se suprimía cuando tomaban anticonceptivos. Esto también se ha observado en otros estudios y demuestra que, efectivamente, las hormonas tienen un papel fundamental. 

No se estudió a fondo la impulsividad, pero sí parece que hay cierta predisposición a tener comportamientos más arriesgados cuando la fertilidad es mayor. Todo esto indica que es cierto que la ovulación influye en la toma de decisiones. Pero esto no es solo cosa de mujeres.

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Con el paso del tiempo, los hombres se vuelven más irritables y menos pacientes. Crédito: Icons 8 Team (Unsplash)

Los hombres también tienen sus propios ciclos

Se habla mucho de la irritabilidad de las mujeres cuando están con la regla. De los cambios de humor cuando superan la menopausia. En general, de cómo las hormonas las manipulan a su antojo. Pero los hombres no se quedan atrás. Otra cosa es que los cambios no sean tan evidentes como un sangrado mensual, que desaparece con el paso de los años. 

Pero sí, los hombres tienen ciclos, tanto diarios como a largo plazo. Sus niveles de testosterona varían a lo largo del día, por lo que su humor, muy influenciado por esta hormona, puede cambiar en consonancia. Pero, sobre todo, se pueden ver cambios con el paso de los años.

Los niveles de testosterona empiezan a disminuir poco a poco, haciéndose muchos más evidentes los efectos a partir de los 45 años. Desde ese momento, los hombres pueden encontrarse más irritables, deprimidos y cansados. También les resulta más difícil concentrarse y el deseo sexual poco a poco disminuye.

La bajada de testosterona les hace tener menos temple y paciencia ante situaciones cotidianas. Se vuelven esclavos de las hormonas, al igual que las mujeres. De hecho, no se vuelven en ese momento. Ya lo eran antes. Porque sí, las hormonas tienen mucho que decir en cómo nos sentimos o nos comportamos. Pero también depende mucho de nuestra personalidad. Ha llegado el momento de dejar de culpar a las hormonas de todo lo que hacemos. Ahora bien,  si eres una mujer y un hombre te hace algún comentario de ese tipo, dile que no se preocupe: su comentario de cuñado no ha sido cosa suya. Es culpa de las hormonas. 

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