La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, convierte un suceso trágico del siglo XX en una épica de supervivencia. La cinta, basada en el libro homónimo de Pablo Vierci, detalla lo ocurrido con el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. El 13 de octubre de 1972, el avión, con 45 pasajeros a bordo, cayó en la cordillera de los Andes y apenas 29 de los que viajaban lograron sobrevivir. Dos meses después y luego de enfrentar el aislamiento en medio de un clima atroz y recurrir al canibalismo para sobrevivir, apenas quedaban con vida 16 personas. La mayoría fue testigo de cómo sus familiares y amigos, fallecían en medio de los rigores del clima y a causa de las heridas del accidente. 

La sociedad de la Nieve detalla lo ocurrido paso a paso. Pero, apenas esboza lo que sucedió una vez que el grupo fue rescatado de las montañas. Para el final de la cinta, se muestra cómo Fernando Parrado (Agustín Pardella) y Roberto Canessa (Matías Recalt) lograron cruzar la cordillera hasta el río San José. Este les llevaría hasta Los Maitenes (Chile), zona en que después de diez días de caminata, se toparían con el arriero Sergio Catalán. Solo entonces, este último avisaría a las autoridades para rescatar a los heridos que todavía continuaban en el avión. 

El largometraje cierra su relato con una imagen del grupo y el recuerdo de los que murieron tanto en el accidente como en las semanas posteriores. No obstante, no indica qué ocurrió con el resto. Te traemos un resumen de lo que ahora hacen los llamados sobrevivientes de los Andes, además de sus aportes a la difusión de la historia que cuenta La sociedad de la Nieve. A la vez, la manera en que lograron soportar el asedio de la prensa y el cuestionamiento público acerca de las duras decisiones que tuvieron que tomar para mantenerse con vida. 

la sociedad de la nieve
La Sociedad de la Nieve

Las horas críticas después del rescate

Entre los días 22 y 23 de diciembre de 1972, los últimos 16 pasajeros, de los originales 45, fueron recatados del lugar inhóspito en que se encontraban. De inmediato, fueron llevados a Santiago de Chile, debido a que la mayoría sufría heridas graves, fracturas, deshidratación, escorbuto y un grave caso de desnutrición. Según los informes de la época, todos habían perdido cerca de 40 kilos de peso y apenas podían caminar. Lo que hizo temer a las autoridades que la evacuación pudiera hacerle daño a la mayoría e incluso, provocar la muerte de alguno. 

Pero lo más preocupante ocurrió los días siguientes, cuando en plena recuperación, el grupo debió enfrentar la presión de los medios de comunicación. De un súbito reconocimiento por lo que se llamó en un principio milagro, al escrutinio y censura por las versiones sobre la ingesta de carne humana. Lo cierto es que el grupo pasó rápidamente de ser admirado y querido, a estar en medio de un sonado debate acerca de lo lícito de sus decisiones. El 26 de diciembre y seguramente debido a una filtración de los rescatistas, una fotografía de una pierna humana desmembrada, apareció en los periódicos chilenos El Mercurio y La Tercera. A las imágenes, se sumaron acusaciones directas de antropofagia.

Para silenciar los rumores, los sobrevivientes dieron una conferencia de prensa en el Colegio Stella Maris de Montevideo el 28 de diciembre. Durante la ocasión, hablaron directamente de lo sucedido y explicaron el pacto que sostuvieron entre todos, de comer los restos solo en último extremo. Al principio, la reacción pública fue negativa, pero con el correr de tiempo y en la medida que los sobrevivientes contaron su versión, el trágico suceso fue comprendido de mejor manera. 

¿Qué hacen en la actualidad los sobrevivientes?

A excepción de dos de ellos, el grupo completo de los rescatados en los Andes, sigue con vida. Cada uno de ellos, ha llevado una vida normal, aunque la mayoría contó su versión sobre lo acontecido a través de libros, artículos y charlas. 

Javier Methol, que perdió a su esposa durante el accidente, dedicó todo su esfuerzo a levantar la Fundación Viven. Al principio, solo se trató de una iniciativa para encauzar todo lo relativo a la difusión de la historia que le ve en La sociedad de la Nieve. No obstante, después creció y se volvió una institución de acervo histórico y conservación de la memoria de los fallecidos. Methol falleció en 2015, a los 79 años.

Roberto Canessa, uno de los dos voluntarios que recorrieron los Andes hasta encontrar ayuda, retomó sus planes de volverse médico. Acabó sus estudios de medicina y se volvió un respetado cardiólogo infantil. Por su parte, Fernando ‘Nando’ Parrado, se dedicó, durante el final de la década de los setenta y comienzo de la siguiente, al mundo del automovilismo. Más tarde, se dedicó a una breve carrera en medios y a las charlas internacionales. La mayoría de ellas, destinadas a destacar la voluntad de vivir y la fortaleza de la voluntad en situaciones complicadas. 

El dolor y el trauma en los sobrevivientes

People, Transport, Aviation Disasters pic: December 1972, A dead body from the "Andes Flight Disaster" lies near the wreckage, On 13th October 1972 a Uruguay Air Force plane crashed in the mountains close to the Chile / Argentina border, those left alive, after many days without food are thought to have survived by resorting to cannibalism (Photo by Rolls Press/Popperfoto via Getty Images/Getty Images)

Al contrario, Carlos Páez, sufrió problemas debido al trauma remanente y atravesó un largo proceso de adicción a diversas sustancias. Al final, pudo liberarse de ellas. Para, finalmente, profundizar en sus terrores y dolores, escribió los libros Después del día 10 (fecha en que el grupo supo se había desistido en su búsqueda) y La cordillera del alma.

Gustavo Zerbino, es un empresario y conferencista ocasional, acerca de lo acontecido en la montaña. Antonio Vizintin, se dedica al desarrollo de proyectos de inversión inmobiliaria. Eduardo Strauch es arquitecto y artista plástico. En el 2019, escribió el libro Desde el silencio. José Luis Inciarte, se convirtió en un exitoso ingeniero agrónomo; Ramón Sabella vive fuera del ojo público y está a cargo de varias empresas con éxito. Álvaro Mangino es miembro de la junta del equipo de Rugby Old Christians, a la que se dedica a tiempo por completo.

Por otro lado, José Luis Inciarte tuvo un papel destacado en la vida agropecuaria de Uruguay. Murió el jueves 27 de julio de 2023 a los 75 años de edad, luego de un largo cuadro cancerígeno. Roy Harley es un ingeniero en la industria de la pintura. Roberto Francois, se alejó del foco público. Ahora, es técnico y productor agropecuario. 

Daniel Fernández se dedica al mundo informático. Alfredo Delgado culminó sus estudios de derecho, pero como Francois, ha evitado el contacto con la prensa desde entonces. Finalmente, Pedro Algorta retomó su intención de ser egresado en Economía en la Universidad de Buenos Aires. En la actualidad, se dedica a brindar conferencias motivacionales. 

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