Un grupo de científicos encontró en unas cuevas de Estados Unidos la piel fosilizada más antigua de la historia. Pertenecía a un reptil antiguo que vivió en el período Pérmico temprano, en la Era Paleozoica. Hace mucho, mucho tiempo: entre 289 y 286 millones de años atrás.

La piel en cuestión está fragmentada en trozos muy pequeños que, combinados, no alcanzan el tamaño de una uña humana. Es una muestra de epidermis, la capa externa de piel de los amniotas, un grupo de animales que incluye a reptiles terrestres, mamíferos y aves.

Los investigadores lo encontraron junto a otros fósiles, que estaban escondidos en un sistema de cuevas de piedra caliza en Oklahoma. Esta piel fosilizada tiene al menos 21 millones de años más que otras halladas previamente.

Si la vieras a través de un microscopio, notarías que se parece un poco a la piel de cocodrilo o de las serpientes. La piel fosilizada tiene unas pequeñas bisagras entre sus escamas, describe el reporte del estudio publicado esta semana en Current Biology.

Su hallazgo demuestra que la epidermis, que supuso una importante adaptación evolutiva en la transición a la vida en tierra, ya existía cuando los primeros amniotas comenzaron a ramificarse en diferentes formas de vida.

La piel y otros tejidos blandos rara vez logran conservarse y sobrevivir al paso del tiempo. Pero una serie de circunstancias colaboraron para que, cientos de millones de años más tarde, se hallara este pedazo de piel fosilizado. «Los animales habrían caído en este sistema de cuevas durante el Pérmico temprano y habrían sido enterrados en sedimentos arcillosos muy finos que retrasaron el proceso de descomposición», dijo Ethan Mooney, paleontólogo de la Universidad de Toronto y autor principal del artículo, en un comunicado.

La piel fosilizada más antigua, una pista para estudiar procesos evolutivos

Fragmentos del fósil de piel encontrado
Fragmentos del fósil de piel más antiguo encontrado hasta ahora. Credit: Current Biology.

Un coleccionista aficionado encontró la piel fosilizada más antigua mientras trabajaba en el sistema de cuevas Richards Spur, al norte de Lawton, Oklahoma. El sujeto lo donó a los investigadores en 2018.

Este sistema de cuevas también fue un sitio activo de filtración de petróleo. Por ende, las interacciones entre los hidrocarburos del petróleo, el alquitrán y la falta de oxígeno de estos lugares profundos seguramente favorecieron la conservación de la muestra.

Los expertos pudieron ponerle fecha al fósil basándose en investigaciones anteriores publicadas en 2013. «Quedamos totalmente impactados por lo que vimos porque es completamente diferente a todo lo que hubiéramos esperado», resaltó Mooney. «Este tipo de descubrimientos realmente pueden enriquecer nuestra comprensión y percepción de estos animales pioneros».

El equipo determinó que la piel fosilizada tiene características similares a las de la especie extinta Captorhinus aguti, uno de los primeros vertebrados amniotas que pisaron la tierra. El análisis señala esta especie tenía bandas de piel o tejido epidérmico flexibles y resistentes, que probablemente tenía funciones protectoras. Sin embargo, debido a que el fósil de piel no está asociado con un esqueleto u otro resto, no es posible identificar de manera precisa a qué especie de animal o región corporal pertenece la muestra.

Entre los otros fósiles encontrados en estas cuevas había varios fragmentos de piel y escamas de anamniotas, animales que se reproducían en el agua. El descubrimiento podría también arrojar luz sobre el desarrollo posterior de las plumas y el pelo en varias especies. Los científicos resaltan que, el hecho de que esta piel fosilizada se parezca a la de los reptiles vivos actualmente, demuestra lo importantes que son estas estructuras para la supervivencia en ambientes terrestres.

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