Si nos fijamos en la representación de los penes en el arte, veremos que ha habido bastantes cambios a lo largo de los siglos. Han pasado de representarse con un tamaño bastante reducido (hola, David) a otro mucho más grande. ¿Pero qué significa eso? ¿Quiere decir que el pene humano ha crecido a lo largo de los siglos, o los cambios se han dado solo en la forma de representarlo?.
Esta pregunta se la hizo el año pasado un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Selcuk, en Turquía. Para responderla, hicieron un análisis de la representación de los penes en el arte, centrándose únicamente en los cuadros. En total, encontraron 232 pinturas procedentes de 21 países, aunque con una mayoría de naciones europeas que podría suponer un sesgo. Las obras más antiguas fueron pintadas en el siglo XV, mientras que las más actuales eran del siglo XXI.
Comprobaron que no es una percepción, sino una realidad. La representación de los penes en el arte se ha mantenido durante siglos, pero ha experimentado un claro aumento de tamaño en los siglos XX y XXI. Esto, para los autores de la investigación, tiene una explicación. Pero no tiene nada que ver con la genética o la salud genital de los seres humanos. Más bien, parece ser una cuestión psicológica.
El análisis de los penes en el arte
Al hacer la selección de cuadros, estos científicos eliminaron todos aquellos en los que aparecían niños o el pene se representaba erecto. Solo querían penes en reposo de hombres adultos.
De este modo, podrían hacer una generalización para la que tuvieron otro factor más en cuenta: las proporciones. En un cuadro es difícil saber si un pene se ve grande porque lo es o por la perspectiva. De hecho, este es un truco típico del porno en la actualidad. Que las actrices sean pequeñitas, para que el pene de sus compañeros, al lado del brazo de ellas, parezca mucho más grande en comparación.
Para evitar este recurso, que también podría haberse usado intencionada o accidentalmente en el pasado, estos científicos midieron la proporción pene/nariz o pene/oreja. Estas son equivalentes, pues se supone que la nariz debe ser de un tamaño similar al de la oreja.
La proporción sería 1 si el pene tenía exactamente el mismo tamaño que la oreja. Sin embargo, estaría por debajo del 1 con penes más pequeños y, por encima, con penes más grandes.
Al analizar el tamaño de los penes en el arte observaron que la cifra ha rondado el 1 durante varios siglos. En el siglo XV se situaba en 1,059. Más tarde, en el XVI, bajó solo un poco, hasta 0,954, mientras que en el XVII se mantuvo casi igual, con 0,962, para subir ligeramente en el XVIII, hasta 1,002. Más tarde, en el siglo XIX, volvió a bajar un poquito, hasta 0,941. Pero lo interesante viene ahora.
En el siglo XX, la cifra dejó atrás el 1 y ascendió hasta el 1,207, subiendo aún más en el siglo XXI, donde se sitúa ya en 1,576.
Ha habido un aumento clarísimo, ¿pero por qué?
Porno y complejos
Ya hemos visto que en el porno se obsesionan con que los penes aparenten el mayor tamaño posible. Esto ha ido generando mucho complejo en los hombres, que suelen tener dos ideas muy arraigadas. Una es una percepción equivocada sobre el tamaño del pene del resto de hombres. Normalmente, se creen que el tamaño medio está muy por encima de sus dimensiones reales. Como consecuencia, la otra es una percepción nefasta de su propio pene, al que consideran más pequeño de lo que realmente es en comparación a la media.
Los autores de este estudio son en su mayoría urólogos. Conocen bien el pene, como órgano fuera del arte, y saben que no ha habido nada que haya hecho que crezca. Pero sí que ven muchos complejos, así como a personas a las que les gustaría hacerse alguna intervención para aumentar su tamaño.
Esto, posiblemente, es lo que ha llevado al agrandamiento de los penes en el arte. Es un reflejo de lo que se cree que es normal. Un reflejo de lo que a muchos hombres les gustaría tener. Pero un reflejo, por lo general, muy alejado de la realidad.