El gobierno de China está aprovechando el potencial de la inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas para competir con la CIA, la agencia de espionaje de Estados Unidos. Los chinos crearon un sistema de inteligencia artificial que les permite rastrear a los espías estadounidenses y de otros países, dijeron funcionarios estadounidenses al The New York Times.

El medio estadounidense logró confirmar la información luego de entrevistar a más de dos docenas de funcionarios estadounidenses actuales y anteriores. También tuvo acceso a documentos corporativos internos chinos y documentos públicos del Ministerio de Seguridad del Estado, la principal agencia de inteligencia de China.

Los espías chinos, en reuniones durante la pandemia con contratistas tecnológicos de su país, se habían quejado de que las cámaras de vigilancia que rastreaban a diplomáticos, oficiales militares y agentes de inteligencia extranjeros en el distrito de la embajada de Beijing no eran suficientes. Entonces, pidieron a estas empresas un programa de inteligencia artificial que creara expedientes instantáneos sobre cualquier persona que les interesara.

Los funcionarios chinos propusieron alimentar al programa de inteligencia artificial con varias bases de datos y decenas de cámaras. La información recolectada incluiría matrículas de automóviles, datos de teléfonos móviles, contactos y más. El sistema les permitiría analizar los patrones de comportamiento de las personas de su interés.

El gobierno chino obtuvo lo que pidió, asegura la investigación del New York Times. El desarrollo permitiría seleccionar objetivos e identificar redes y vulnerabilidades, según memorandos de reuniones internas.

Teclado con la bandera de China que busca regular la inteligencia artificial.

El espionaje de China apunta a secretos comerciales y tecnológicos

El Ministerio de Seguridad del Estado de China ha intensificado su recopilación de inteligencia sobre empresas estadounidenses que desarrollan tecnología, tanto militares como civiles. La agencia se ha perfeccionado gracias a una mejor capacitación y un mayor presupuesto. El auge económico y las políticas industriales de China han sido determinantes para la inclusión de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.

Así, de basar sus misiones en chismes registrados en cenas de las embajadas, ahora los espías chinos están compitiendo «cara a cara» con la CIA en todo el mundo, dice The New York Times. «Desafían a los jefes de espías estadounidenses de una manera que los soviéticos no pudieron», señala el reporte.

El Ministerio de Seguridad del Estado suele reclutar directamente en universidades, especialmente para puestos básicos, según una revisión que hizo el medio estadounidense de más de 30 anuncios de empleo en línea de la agencia. En los últimos años, ha buscado expertos en tecnología, incluidos piratas informáticos.

«Para China en particular, explotar la tecnología existente o los secretos comerciales de otros se ha convertido en un atajo popular alentado por el gobierno», dijo Yun Sun, director del programa de China en el Centro Stimson, un instituto de investigación con sede en Washington. «La urgencia y la intensidad del espionaje tecnológico han aumentado significativamente».

Espionaje

La reacción de la CIA

La CIA, a diferencia de hace varios años, está invirtiendo recursos en la recopilación de datos sobre empresas chinas que desarrollan inteligencia artificial. También sobre computación cuántica y otras tecnologías similares. El gasto de la agencia dedicado al espionaje de China se ha duplicado desde el inicio de la gestión del presidente Joe Biden.

Estados Unidos ha recopilado inteligencia económica durante mucho tiempo, pero nunca como ahora, destaca The New York Times. La información sobre el desarrollo de tecnologías emergentes por parte de China ahora se considera tan importante como adivinar su poder militar convencional o las maquinaciones de sus líderes.

La CIA ha puesto en marcha un centro de misión en China y un centro de inteligencia tecnológica. «Hemos estado contando tanques y entendiendo la capacidad de los misiles durante más tiempo del que hemos estado concentrados en la capacidad de los semiconductores, los algoritmos de inteligencia artificial o los equipos biotecnológicos», dijo David Cohen, subdirector de la agencia, en una entrevista.

La agencia de espionaje estadounidense ha comenzado a solicitar a ejecutivos y académicos estadounidenses información sobre lo que las empresas chinas están tratando de desarrollar. Las universidades y empresas estadounidenses son una gran fuente de información, dijeron funcionarios estadounidenses. Inversores e investigadores chinos también suelen recurrir a ellas.